Cuatro años después, Galindo cumple promesa pendiente en Arbolitos

María Ruiz

Cuatro años después de haber prometido acabar con un foco de delincuencia en la colonia Arbolitos, apenas este lunes, el alcalde Enrique Galindo Ceballos regresó para dar inicio al derribo de un salón comunitario que, lejos de ser un punto de encuentro vecinal, se convirtió en un lugar donde prolifera la delincuencia, el consumo de drogas y la violencia juvenil.

Este acto marca un contraste entre las palabras pronunciadas al inicio de su primera gestión (2021–2024) y las acciones emprendidas únicamente tras haber sido reelegido para un segundo periodo.

“Lo prometimos al principio de la administración pasada, pero hasta ahora lo estamos haciendo (…) era un salón de usos múltiples que se convirtió en un foco de infección social y criminal. Aquí se drogaban adolescentes, hubo relaciones sexuales entre menores, y se volvió un lugar de riesgo”.

El incumplimiento durante su primer trienio no pasó desapercibido para los vecinos, quienes durante estos años vivieron con el estigma de habitar una “zona extremadamente violenta”, como la calificó el propio edil. Solo hasta ahora, en los primeros meses de su segundo mandato, el proyecto de regeneración comenzó a tomar forma.

Según Galindo Ceballos, el retraso obedeció a procesos administrativos y a la necesidad de coordinarse con otras áreas, habitantes y la solicitud de diversas firmas, pero los vecinos fueron quienes insistieron.

“Nos entregaron casi 100 firmas para poderlo tumbar”, señaló el alcalde.

El terreno que alguna vez albergó un salón comunal será transformado en una cancha de usos múltiples, con áreas verdes, juegos infantiles y zonas para adultos mayores. Esta acción forma parte de una estrategia para rehabilitar espacios de riesgo en al menos cinco colonias: Arbolitos, San Ángel, Morales, Simón Díaz y Satélite.

Además, el Gobierno Municipal retomará en la colonia el programa Corazón en mi Casa, con trabajos de pintura, iluminación táctica e integración de jóvenes a actividades laborales.

Aunque se inicia la recuperación del espacio físico, los problemas sociales siguen presentes. Galindo Ceballos reconoció que aún hay entre cinco y seis puntos de venta de droga activos en la zona y que muchos jóvenes ya están “enganchados” al consumo.

“La presidenta del DIF y yo estamos trabajando para sacarlos de esa situación”, dijo, y subrayó la necesidad de políticas conjuntas en salud mental, prevención de adicciones y empleabilidad juvenil.

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