Desiree Madrid
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, instaurado en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud. El lema vigente para el periodo 2024-2026, Cambiar la narrativa, busca derribar estigmas y abrir conversaciones sobre salud mental en todo el mundo.
En San Luis Potosí, la fecha cobra relevancia particular. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el estado registra una tasa de 10.7 suicidios por cada 100 mil habitantes, por encima del promedio nacional de 6.8, lo que lo ubica como el sexto lugar a nivel nacional con mayor incidencia de este fenómeno.
Durante 2023 ya se habían contabilizado 242 muertes por suicidio, equivalente a una tasa de 8.5, y ubicando esta causa como la duodécima de mortalidad en el estado.
La evolución reciente muestra un patrón de crecimiento. En el primer semestre de 2024, San Luis Potosí alcanzó una tasa de 9.1, también por arriba de la media nacional (6.9). En ese mismo año se registraron alrededor de 8 mil 856 suicidios en el país.
El perfil de las víctimas revela datos contundentes: más del 80 por ciento de los casos corresponden a hombres, y los jóvenes de 15 a 34 años concentran más de la mitad de los fallecimientos. En el país, el grupo de 30 a 44 años también figura con tasas elevadas.
El método más frecuente es el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, que representa más del 85 por ciento de los casos.
La situación se refleja con fuerza en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, donde solo en agosto de 2025 la Guardia Civil Municipal reportó 10 intentos de suicidio, de los cuales al menos dos terminaron en muerte.
Las autoridades locales han advertido que este repunte debe atenderse con medidas preventivas urgentes, al mismo tiempo que el municipio enfrenta un incremento delictivo generalizado: en el primer bimestre de 2025, los delitos crecieron un 44.3 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, con un alza particularmente grave en el narcomenudeo, que subió un 181.5 por ciento.
Estos datos evidencian cómo los problemas de salud mental se entrelazan con entornos sociales complejos, donde la inseguridad, la falta de oportunidades y la violencia cotidiana son factores de riesgo adicionales.
La conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio recuerda que, pese a las cifras alarmantes, el suicidio puede prevenirse con atención oportuna, redes de apoyo y políticas públicas efectivas.
En San Luis Potosí, la urgencia es clara: superar los estigmas, atender a los sectores más vulnerables y construir una red de apoyo que reduzca los riesgos. Porque más allá de las estadísticas, cada número representa una vida que pudo haberse salvado.