Por Victoriano Martínez
El acueducto de la Presa El Realito no sólo ha acumulado fallas y fugas que dejan sin agua al 34 por ciento de los usuarios del servicio de agua potable de la ciudad cada que ocurren, sino que acumula anuncios sobre la rescisión de la concesión a la empresa responsable, Aquos, en una repetitiva historia en la que el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona se ha dedicado a “nadar de muertito”.
Desde 2017 se comenzó a hablar de la posibilidad de cancelar la concesión del acueducto por fallas en el traslado del agua. Jesús Alfonso Medina Salazar, entonces titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), advirtió que, si la empresa volvía a incurrir en una falla que afecte la distribución del agua a las redes de la zona metropolitana, se buscaría rescindirle el contrato.
Para el 2021 se mencionó con mayor claridad que se dieron las causas para la rescisión de la concesión a la empresa Aquos. Medina Salazarexplicó entonces que la recisión procede si en un año ocurren cinco fallas que dejen a la ciudadanía cinco días o más sin servicio, o que durante un mes se suspenda el servicio por más del 50 por ciento de sus días.
Aunque para febrero de ese año ya se había registrado el segundo motivo, fue hasta el mes de julio de 2021 cuando por primera vez se habló de rescindir la concesión porque ya se habían acumulado 10 fallas, el doble de las señaladas.
No obstante, el propio Medina Salazar expuso una razón para evadir la medida: si se rescinde el contrato, el gobierno del Estado, además de la operación del acueducto, también tendrá que asumir los costos de las reparaciones, lo que representaría un gasto oneroso, pero ya no tendría a la empresa para penalizarla por las fallas con notas de crédito, que representaban un ahorro.
Juan Manuel Carreras López, todavía como gobernador, declaró el 28 de julio de 2021, ya con Ricardo Gallardo Cardona como gobernador electo, que buscaban que la empresa se hiciera responsable de reparar las fallas y dar el mantenimiento debido y el servicio, para que el gobierno no se viera obligado a “tomar otras medidas”.
Desde entonces quedó sembrada la razón principal para “patear el bote” con la rescisión de la concesión del acueducto de El Realito: evadir la responsabilidad de la operación del acueducto y tener directamente el compromiso de garantizar la llegada del agua desde la presa a las colonias que son abastecidas desde allá. Para esa evasión, Gallardo Cardona no ha fallado.
El contrato de prestación de servicio fue firmado con la empresa Aquos el 3 de julio de 2009 por el gobernador Marcelo de los Santos Fraga y Urbano Díaz de León Barroso como director del CEA. Francisco Muñiz Pereyra, entonces director de Interapas, firmó sólo para conocimiento. Es decir, la responsabilidad de rescindir el contrato es del gobierno estatal.
Pero lejos de asumir esa responsabilidad desde el primer día de su mandato, Gallardo Cardona se ha dedicado a evadirla, ha utilizado el déficit que su omisión provoca en el servicio de agua potable para responsabilizar al Interapas y al Ayuntamiento, además de pretender aparecer como el héroe al distribuir agua con pipas compradas y rentadas (aunque las niegue).
En su afán evasivo de la responsabilidad, ha llegado a condicionar cumplir con esa obligación a que el Ayuntamiento de San Luis Potosí garantice el abasto de agua potable a las más de 50 colonias que dependen del agua de El Realito.
Lejos de comprar y rentar pipas, Gallardo Cardona ha perdido cuatro años en los que pudo rescindir el contrato y asumir la operación del acueducto como establece la cláusula quincuagésima y convertirse en el verdadero garante de que no falle la llegada de agua desde El Realito. Antes que ser responsable, durante ese tiempo ha esperado a que el gobierno federal le resuelva el problema.
En la Mañanera del 13 de abril de 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que “hay que ver lo de la concesión”. De gira por San Luis Potosí, el entonces presidente reclamó a Gallardo Cardona en uno de sus recorridos por evadir la responsabilidad en cuanto al contrato del acueducto. El mandatario estatal mantuvo su evasión ante esa responsabilidad y las fallas continuaron.
El 9 de agosto de 2024, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó al gobierno estatal la conclusión de reparaciones en la presa El Realito y le recomendó acciones legales para obligar a la empresa a reparar el acueducto y prestar el servicio. Gallardo Cardona se mantuvo omiso. Ni reparaciones ni rescisión del contrato.
“La idea es no llegar a un tema de conflicto jurídico, aunque si es necesario lo haremos, pero lo que buscamos es un acuerdo con la empresa”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en La Mañanera del Pueblo del martes 12 de marzo de este año.
Otra vez la Federación que salió al quite y un Gallardo Cardona que, a las caiditas, lo aprovecha. “Hoy pagan los platos rotos los potosinos (por la falta de agua), por eso se va a litigar”, dijo sobre el pronunciamiento de Sheinbaum Pardo, como si no hubiera desperdiciado cuatro años en ese proceso al que desde que asumió la gubernatura está obligado.
Durante la “Mañanera del pueblo” de este miércoles, una vez más Sheinbaum Pardo habló del caso del acueducto de El Realito y consideró que se trata de un abuso por parte de la empresa, que ha fallado constantemente.
“Estamos revisando todos los casos para ver cómo podemos resolver esta situación de la mejor manera para los habitantes de San Luis Potosí”, dijo la presidenta.
Mañana se cumplen cuatro años de que Gallardo Cardona asumió la gubernatura y para el caso del acueducto de El Realito ya no sólo será necesario llevar la cuenta del número de fallas que se presentan, sino también del número de ocasiones en que la irresponsabilidad del mandatario se atrinchera en la posibilidad de que la Federación le resuelva el problema.