Programas de Ordenamiento Ecológico pueden traer consigo intereses de urbanización, advierte experto

Estela Ambriz Delgado

El ingeniero agroecólogo Pedro Nájera Quezada, puntualizó que si bien es una obligación de la autoridad realizar los Programas de Ordenamiento Ecológico (POE) se debe tener cuidado con estos, dado que en muchas ocasiones se hace con el fin de urbanizar y utilizar los territorios.

Lo anterior debido al anuncio realizado por la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM), la cual llevará a cabo los POE en las zonas Centro y Media del estado.

La titular Sonia Mendoza Díaz informó que en este año se contempla ampliar el número de municipios con POE a fin de definir la vocación de la tierra de cada una de las áreas, para un crecimiento ordenado y certeza en las inversiones que hace el Gobierno del Estado en las cuatro zonas.

Sin embargo, en opinión del investigador y activista, se trata de una obligación de la autoridad que lleva a cabo cada municipio de manera directa y que, lamentablemente en su mayoría, son realizados de manera poco profesional, pues sólo se limitan a cumplir con requisitos y entregables para obtener el visto bueno.

Como ejemplo de ello mencionó el Programa Municipal de Ordenamiento Territorial de San Luis Potosí, que calificó de ser un “mamotreto mal hecho”, que se hizo para cumplir con los requisitos establecidos. Por lo que deben ser revisados cuando se publiquen, pues no se someten a consulta de la población.

“Hay que tener cuidado con esa parte, porque mucho de eso va con una perspectiva también de urbanización y de utilización de los territorios. Ahí es donde ellos deciden (…) en lugar de poner un área de conservación importante, mejor como una zona urbanizable, con plusvalía para la urbanización”.

Nájera Quezada indicó que con ello se empieza a modificar sitios y a crear como accesos hacia áreas naturales, no protegidas, pero sí donde la plusvalía es mayor como en el caso de la Sierra de San Miguelito.

“Cada vez van hacia más arriba, hacia el cerro, precisamente casi ya ofertándoles vivir en el bosque (…). En Ciudad Maderas es esa también lo mismo, así como incluso hasta ya están anunciando la plusvalía que representa el tener un área protegida federal a un lado, porque eso es una garantía de que ese territorio ya no se va a modificar. Y entonces las casas que quedaron en la orillita de ANP son las más caras ahora”.