Ciudad de México (23 de agosto de 2016).- La desastrosa actuación de los deportistas mexicanos en Río de Janeiro, tiene a un solo culpable: Alfredo Castillo Cervantes, quien al frente de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), hizo añicos los proyectos de mujeres y hombres que buscaban reconocimiento mundial para consolidar sus respectivas carreras.
El día de hoy, el diario El Universal, difunde un reportaje donde hace ver la forma en que el amigo íntimo deEnrique Peña Nieto, manejó a su antojo cientos de millones de pesos, los cuales fueron a parar a otra parte, menos a la preparación de los deportistas de alto nivel.
El Universal, señala que tan solo las áreas de atletismo y clavados, no contaron con un solo peso, para que los atletas tuvieran mejores condiciones en sus competencias. A pesar de eso, Lupita González y Germán Sánchez, dieron a México medallas de plata y bronce.
En tanto las preseas de María del Rosario Espinoza (Tae Kwon Do), Ismael Hernández (Pentatlón Moderno), y Misael Rodríguez (Boxeo), deben de ser consideradas como heroicas, ya que solo su enorme grandeza personal y profesional, los impulsaron a ganar en sus competencias.
Ninguno de los medallistas, recibió apoyo por parte de Alfredo Castillo Cervantes.
Las reducciones y el presupuesto retirado a las federaciones, alcanzan los 120 millones de pesos, lo cual tiene que ser investigado inmediatamente, ya que muchos deportistas se quedaron sin esperanzas, por la equivocada dirección del titular de la CONADE.
Esto es una mínima muestra de lo que pasó al interior del deporte en México, meses antes de que la delegación viajara a los Juegos Olímpicos de Río 2016. La corrupción, abuso de poder, y los intereses personales, vuelven a sacudir a todo el país, y es necesario que se castigue de manera ejemplar a quien llevó al desastre total a los atletas olímpicos.
Alfredo Castillo Cervantes, tiene que renunciar a la CONADE para que sea investigado.
Enrique Peña Nieto, prometió combatir a la corrupción; en la CONADE hay mucho material.
Fuente: El Universal.
