Centinela: Aliarse con criminales

Antonio González Vázquez

Ahora que la alianza del PRIAN es un hecho, conviene hacer memoria.

En los comicios del siete de junio de 2015, el candidato de la alianza PRI-PVEM-PANAL, Juan Manuel Carreras López ganó la gubernatura. Obtuvo 35.65 por ciento de los votos, contra el 32.95 por ciento, alcanzado por el PAN y su candidata Sonia Mendoza Díaz.

Luego de la jornada electoral, el PAN denunció fraude del PRI y responsabilizó de ello al entonces gobernador, Fernando Toranzo Fernández e incluso, al presidente Enrique Peña Nieto.

Las dirigencias, nacional y estatal del PAN, acusaron al PRI de “robarse la elección” y advertían que eso no lo iban a tolerar, así que organizaron una marcha de protesta desde la casa de campaña de la candidata derrotada para llegar a la sede del Consejo Estatal Electoral, donde presentarían pruebas del presunto fraude y exigirían el recuento “voto por voto, casilla por casilla”.

La movilización panista se realizó el día nueve de septiembre, cuando el órgano electoral sesionaba para emitir la declaración de validez de las elecciones.

Al frente de la protesta, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Gustavo Madero, quien hablaba de un fraude del PRI: “tenemos 60 actas con diez mil votos duplicados en beneficio del PRI y además, 500 actas con diversas anomalías”.

A la presidenta del Consejo, Laura Elena Fonseca, Madero le exigía que “no se preste a este robo” del PRI y del gobernador.

El pleno del Consejo Estatal Electoral estaba en sesión, así que cerraron el acceso a las instalaciones y entonces Gustavo Madero alentó a los panistas a lanzarse contra las rejas del estacionamiento y él mismo, se trepó a éstas y desde ahí, mostraba papeles que probaban el presunto fraude cometido por el PRI.

Minutos después la autoridad electoral recibió al presidente del partido y a la candidata derrotada, quienes entregaron un “pliego petitorio” y después, no pasó nada. Madero se regresó a la ciudad de México y días después Juan Manuel Carreras López fue investido como gobernador del estado.

Para el PAN, en la elección de gobernador, el PRI les hizo fraude.

Cinco años después de eso, en el PAN ya se les olvidó y han concretado una alianza con quienes afirmaban, les robaban las elecciones. Una alianza con los mapaches electorales, lo cual supone que los panistas están dispuestos a ser parte de esa fauna.

El Consejo Nacional del Partido Acción Nacional aprobó apenas este sábado ir en alianza con el PRI y el PRD para las elecciones de diputados federales del seis de julio. Además, aprobaron analizar la posibilidad de extender esa alianza en nueve de los quince estados donde habrá elección de gobernador, entre ellos, San Luis Potosí.

La reunión del Consejo Nacional, reportaron los diarios, se alargó por más de cuatro horas por la oposición de muchos consejeros a esa alianza. Lo que queda de la vieja guardia del panismo se oponía; mientras que las nuevas generaciones de panistas, se mostraron entusiasmados con la idea de aliarse al PRI.

La alianza fue aprobada porque se trata de la única alternativa para evitar que Morena y sus aliados ganen la mayoría en la cámara de diputados. Para los consejeros nacionales del PAN, en palabras de su líder nacional, Marko Cortés, la alianza es “un deber histórico”.

El pragmatismo le ganó a la doctrina y a la ideología; el PRIAN es un hecho y el día seis de junio del 2021 estará en las boletas electorales.

Gustavo Madero, en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez, conductores del noticiero Los Periodistas que transmite La Octava, dijo que aliarse con el PRI es la única alternativa para detener a Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Morena es ahora el PRI de los setentas que acaparaba todo el poder, Morena es el nuevo PRI”, ejemplificó.

Admitió que “el PAN si estuvo configurado para combatir esa visión, pero en política, el dilema es escoger entre dos males o algo bueno y algo malo y en este caso es bueno aliarse y es bueno no aliarse; si te alías, estas contradiciéndote en tu esencia misma, pero hay un bien superior a tutelar”.

El dilema es que “el PRI avance o que Morena se consolide como una hegemonía autoritaria y populista, yo creo en lo segundo, lo cual es muy peligroso, de ahí la importancia de construir una alternativa”, abundó en su percepción.

El ex presidente nacional del PAN y actualmente senador con licencia en busca de la candidatura a gobernador de Chihuahua, respalda la alianza con el PRI aunque defina a los gobiernos del tricolor como corruptos y criminales.

Para justificar la alianza del PRIAN, lo ilustró así: “yo me puedo aliar con un criminal para salvar una vida; yo estoy aquí y ahí hay un delincuente, pero le podemos salvar la vida a alguien que se está muriendo, entonces el propósito es el que legitima, no hay otra opción, no hay otra opción, si tu quieres que Morena gane, arrase, déjalo como está”.

Es decir, aliarse con un delincuente o criminal para salvar algo es legítimo si detrás de ello hay una buena intención.

La alianza ahí está, dijo Madero, “hay gente a la que no le gusta y otros que estamos preocupados, pero a los que no les gusta, no van a votar por nosotros, así de sencillo”.

La nueva ética del PAN es esa: hacer política sin moral alguna, sin principios, sin ideología, sin respeto a sus electores, militantes, seguidores ni mucho menos a su historia ni a sus fundadores.

Pero Gustavo Madero tiene la razón, serán los electores los que decidan: Sí o No al PRIAN.

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