El astuto Trump podría ganar la presidencia de Estados Unidos

 

Estados Unidos (25 de mayo de 2016).- En una nueva encuesta realizada por Washington Post/ABC News y publicada el domingo 22 de mayo, se encontró que Donald Trump y Hillary Clinton estaban en un empate estadístico, y que Trump superaba a Clinton 46 por ciento a 44 por ciento entre los votantes registrados. Esta es una variación de 11 por ciento en contra de Clinton desde marzo pasado.

Asimismo, en una nueva encuesta realizada por NBC News/Wall Street Journal, también publicada el domingo, muestra a Clinton con un porcentaje de 46 por ciento en comparación con el 43 por ciento de Trump. Previamente, ella presentaba un porcentaje de 50 por ciento en comparación con 39 por ciento de su oponente republicano.

Las encuestas realizadas tanto tiempo antes de la elección no nos dicen mucho. Pero en este caso, plantean una seria pregunta.

Desde que logró obtener la nominación republicana hace dos semanas, Trump ha sido objeto de una publicidad aún más desfavorable que antes, acerca de su trato hacia las mujeres, su propensión a mentir, sus extrañas propuestas políticas.

Antes de esto, se produjeron meses de cobertura periodística acerca de su intolerancia, su megalomanía, su narcisismo, su xenofobia, su negativa a condenar la violencia en sus mítines, su negativa a distanciarse de los supremacistas blancos y otras mentiras que ha pronunciado.

Entonces, ¿cómo es que Trump puede estar empatado con Hillary Clinton?

Durante todas las elecciones primarias del Partido Republicano, los expertos y los encuestadores nos dijeron repetidamente que Trump había alcanzado su punto máximo, que su más reciente declaración escandalosa marcaba su caída, que era considerado tan poco agradable que no tenía ni la más mínima oportunidad de ser nominado.

Sin embargo, en mis viajes por todo Estados Unidos, he encontrado a muchas personas que lo apoyan precisamente por las características por las que ha sido criticado.

Una mujer estadounidense de origen latinoamericano de Laredo, Texas, me dijo que ella y la mayoría de sus amigas estaban a favor de Trump debido a que desea mantener a los mexicanos fuera de Estados Unidos. Ella piensa que han entrado a ese país demasiados mexicanos ilegales, haciendo que las cosas se vuelan más difíciles para quienes están de manera legal en el territorio estadounidense.

El miembro de un sindicato de Pittsburg afirma que está a favor de Trump porque emprenderá medidas severas contra las compañías estadounidenses que realicen operaciones en el extranjero, y que será duro con los chinos y con los musulmanes.

El dueño de un pequeño negocio de Cincinnati me dice que apoya a Trump porque “Trump no es un político. Hará que las cosas se pongan difíciles para ellos en Washington.”

Los analistas políticos han subestimado a Trump desde el inicio debido a que han estado mirando a través del espejo retrovisor de la política como era antes.

El ascenso de Trump sugiere la existencia de un nuevo tipo de política. Podríamos llamarle anti-política.

La vieja política enfrentaba a la derecha contra la izquierda, mientras que los aspirantes presidenciales se movían hacia el centro una vez que obtenían la nominación.

La anti-política enfrenta a las personas enteradas de Washington, a los ejecutivos corporativos, los banqueros y los magnates de los medios de comunicación contra un creciente número de personas que piensan que el juego está arreglado en contra de ellas. No hay un centro, sólo hostilidad y suspicacia.

Los estadounidenses que piensan que están siendo explotados se sienten atraídos por un bravucón autoritario, un hombre fuerte que pateará traseros. La antigua estrella de “reality shows” que decía repetidamente a los participantes “¡estás despedido!” parece lo suficientemente duro y polémico como para hacer frente a los intereses creados.

El hecho de que a la mayoría de los estadounidenses les desagrade Trump resulta irrelevante. Como me dijo un habitante del Medio Oeste hace unos días, “Quizás sea un idiota, pero es nuestro idiota.”

De la misma forma, en esta época de anti-política, cualquier candidato que parezca pertenecer al orden establecido político se encuentra en una gran desventaja. Esta podría ser la mayor dificultad de Hillary Clinton.

La vieja política presentaba discursos cuidadosamente elaborados y propuestas políticas calculadas para atraer a cierto tipo de electores. En este sentido, las propuestas y discursos de la señora Clinton son prácticamente impecables.

Pero en la nueva era de la anti-política, los estadounidenses se muestran escépticos frente a los discursos bien elaborados y las propuestas políticas detalladas. Ellos prefieren la autenticidad. Desean que sus candidatos sean espontáneos y abiertos.

Un ejecutivo de nivel medio de Salt Lake City me dijo que no estaba de acuerdo con Trump en todos los aspectos, pero que lo apoyaba porque “el tipo es real. Dice lo que piensa y uno sabe qué es lo que él apoya.”

En la vieja política, los partidos políticos, los sindicatos, los grupos empresariales y la prensa mediaban entre los candidatos y el público, explicando las posturas de un candidato, apoyando a ciertos candidatos, organizando y movilizando a los votantes.

En esta era de anti-política, es posible que cualquier persona con el suficiente ego, dinero y audacia, en otras palabras, Donald Trump, lo haga todo por sí mismo, declarándose candidato, comunicándose con los votantes y movilizándolos directamente a través de Twitter y otras redes sociales y obteniendo publicidad gratuita en los medios de comunicación convencionales al mostrarse indignante, políticamente incorrecto y malicioso. Los apoyos oficiales son irrelevantes.

Donald Trump ha perfeccionado el arte de la anti-política en un momento en que el público detesta la política. A esto se debe que tantos expertos en la forma en que solía ser la política hayan subestimado continuamente sus oportunidades.

Y a esto se debe también que la demagogia de Trump al canalizar los prejuicios y miedos de los estadounidenses que han estado perdiendo terreno, lo convierten en el más peligroso nominado por un partido político importante en toda la historia de Estados Unidos.

Fuente: NW Noticias. (Por Robert Reich)
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