Por Victoriano Martínez
El domingo 14 de abril de 2019 comenzó una humareda en la Sierra de San Miguelito que anunció un gran incendio que duró un mes y cuatro días, consumió 12 mil hectáreas según cifras oficiales y muchas más de acuerdo con otras fuentes, generó 439 mil 800 toneladas de dióxido de carbono (CO2), según un estudio de la UASLP… y fue el preludio al inicio del proceso para declarar área natural protegida a esa zona.
Desde entonces, la amenaza contra la Sierra de San Miguelito no eran sólo los incendios forestales. Ya se encontraba avanzada la disputa por la tierra entre codiciosos desarrolladores inmobiliarios y activistas ecologistas: Sierra sí, fraccionamientos no.
Y esa fue la disyuntiva que planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Plaza de los Fundadores el 24 de mayo de ese año. La mayoría de las personas que abarrotaron la plaza se pronunció a favor de la Sierra de San Miguelito y ahí arrancó el proceso que concluyó el 13 de diciembre de 2021 con la declaratoria de Área de Protección de Flora y Fauna (APPF).
Desde aquel gran incendio de 2019, ese tipo de siniestros dentro de la Sierra de San Miguelito siempre han despertado sospechas de ser provocados con intenciones, antes de la declaratoria de APPF, de que al perder sus características se volvieran urbanizables, y ahora, ese efecto acompañe a embates judiciales que buscan anular el decreto de área protegida.
De aquel gran incendio se dictaminó dos años después que había sido provocado, y del actual también se tiene la sospecha, aunque las autoridades de Protección Civil matizan con el argumento de que pudo ser provocado, pero no intencional.
El hecho de ocurrir el incendio en parte de las áreas en donde los desarrolladores inmobiliarios han pretendido un gran fraccionamiento de lujo denominado Las Cañadas eleva las sospechas, sobre todo porque hay quienes han participado en combate a incendios anteriores y observan un patrón que les parece atípico.
Por ejemplo, Luis Aguilar, un ejidatario de 60 años y habitante de la comunidad de San Juan de Guadalupe, llamó la atención sobre los puntos donde se originaron los incendios. Casualmente eran cercanos a proyectos inmobiliarios y fraccionadores. Él no cree que sea una coincidencia.
A diferencia de hace cinco años, hoy la Sierra de San Miguelito ya está registrada como Área Natural Protegida y, por lo tanto, bajo la atención permanente de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), a la que corresponde coordinar las acciones para el combate al incendio en curso.
Por lo pronto, se ha establecido un centro de acopio en el Ecomuseo del Parque Tangamanga I para recibir alimentos enlatados, agua, medicamentos, herramientas, entre otras cosas, para apoyar a los brigadistas que combaten el incendio, y ha establecido un orden para que los voluntarios se incorporen previo reconocimiento de sus capacidades, para evitar riesgos.
Este jueves es el cuarto día del incendio, y la movilización –tanto oficial como de la ciudadanía– se encuentra en marcha. Hace cinco años, las autoridades subestimaban las consecuencias del incendio y, por ejemplo, Alejandro Leal Tovías, entonces secretario de Gobierno, consideraba innecesario una declaratoria de emergencia.
La reacción de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM) en 2019 estuvo prácticamente ausente, sin plantear un programa de acción. “La actuación de la SEGAM es vergonzosa”, denunció en redes sociales la organización Cambio de Ruta.
Hoy la SEGAM también parece ausente, salvo por comunicados en los que pretende aparentar que la situación se encuentra bajo control. Para colmo, en medio de una amenaza de desastre ecológico, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona nombra como titular de la dependencia a un personaje muy alejado del perfil que se requiere para ese puesto.
La situación en torno al incendio en la Sierra de San Miguelito no es la misma de hace cinco años, salvo por el protagonismo de alguna autoridad que pudiera afectar la coordinación y la sospecha de que haya sido provocado y la posibilidad de rebroten intencionales.
Si en 2019 el incendio contribuyó para que la sociedad tomara conciencia de la importancia de la Sierra de San Miguelito, hoy que ya es área natural protegida la reacción de grupos organizados no se ha hecho esperar: en el jardín de San Miguelito se dio este miércoles un primer encuentro de distintas agrupaciones coordinadas por los Guardianes de la Sierra.
Otra vez una participación ciudadana que, no sólo contribuirá en la medida de sus posibilidades para el combate al incendio, sino que se espera que se vigilante del desempeño de las autoridades y exigente para que se tomen las medidas de protección a la Sierra de San Miguelito.
El domingo 14 de abril de 2019 inició el incendio que detonó el proceso para la protección de la Sierra de San Miguelito. El domingo 14 de abril de 2024, cinco años después, se podrá ver qué tanto ha avanzado el compromiso de las autoridades y la propia sociedad para protegerla efectivamente.
