El Parque de Morales y lo difícil que para las autoridades es cumplir con la ley

Por Victoriano Martínez

Al gobernador Ricardo Gallardo Cardona y al alcalde Enrique Galindo Ceballos los confronta la politiquería que encabezan, pero los iguala el menosprecio que le tienen a lo que debería ser la principal guía de su función como servidores públicos: la participación ciudadana.

¿Quién podría estar en contra de que se realizara un proyecto de rehabilitación del tradicional Parque de Morales?

Una pregunta cuya respuesta vuelve atractiva para esos dos personajes encabezar la intervención de la que después pudieran alardear con fines propagandísticos y de proyección de imagen.

Es más, desde el momento de anunciar tal intervención, el 8 de mayo de 2024, Gallardo Cardona ya le dio ese tono publicitario al anuncio del inicio de las obras al día siguiente, con la imagen de las maquetas incluida.

“Esto será el Nuevo Parque de Morales, Mañana Arrancamos su transformación, reforestación, iluminación, parque para mascotas y niños! Más de 100 millones”, escribió entonces en su cuenta de Facebook.

Más que rehabilitación, la obra se anunció como una remodelación total en la que los arcos y la estatua de Francisco González Bocanegra de la entrada se retirarían en caso de que se determine que no “combinan” con el nuevo estilo que contempla el proyecto. ¿Algún otro indicador de la improvisación con que se inició la obra?

La organización Cambio de Ruta, encabezada por Luis González Lozano, logró apenas 10 días después del arranque de la obra, una suspensión provisional por parte de un juez federal ante omisiones como falta de proyectos y licencias requeridas.

El freno judicial a la realización de la obra fue aprovechado por los personajes para entrar a escena con su politiquería. Gallardo Cardona acusó a Galindo Ceballos de estar atrás de la suspensión de la obra, en tanto que el alcalde vio la puerta para apuntarse como quien sí se preocupa por el Parque y lo intervendría para su mantenimiento a pesar de la suspensión.

La real atención al Parque era lo que menos importaba. Se había convertido en un buen pretexto y espacio para la disputa y confrontación, real o simulada, entre gobernador y alcalde en la que otro elemento, como en todas sus disputas politiqueras, era totalmente ignorado: la población afectada.

Este 6 de junio, el Juzgado Primero de Distrito determinó otorgar el amparo de la justicia federal a Luis González Lozano, en su carácter de director de Cambio de Ruta contra los actos de las autoridades involucradas en la remodelación del Parque de Morales.

“Dejen insubsistente el del proyecto denominado “Rehabilitación del Parque Juan F. Sánchez, conocido como Parque de Morales”, de 18 de abril de dos mil veinticuatro”, señala el punto uno de los efectos del amparo.

En el siguiente se ordena llevar a cabo “el procedimiento previsto en el artículo 69 de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano… para efecto de elaborar el referido programa de rehabilitación, al ser análogo a un Programa Parcial de Desarrollo Urbano”.

El procedimiento señalado se refiere a que el proyecto debe ser elaborado con la opinión de la población a través de talleres de participación, además de que se debe someter a consulta ciudadana.

Es decir, el proyecto de Gallardo Cardona no sólo fue improvisado y sin respeto a la legalidad al carecer de las autorizaciones necesarias, sino que viola la ley al omitir tomar en cuenta la participación ciudadana.

¿Quién podría estar en contra de que se realizara un proyecto de rehabilitación del tradicional Parque de Morales?

Nadie. Lo que la ciudadanía no puede aceptar es que se realice a sus espaldas cuando existe en la ley la obligación de tomarla en cuenta desde la elaboración del proyecto hasta su aprobación a través de una consulta pública abierta.

Un gobernador que en la exigencia de apego a la ley ve un freno para su improvisada obra y un alcalde que anuncia acciones para derribar un amparo para intervenir en el Parque de Morales sólo exhiben el poco respeto que tienen a la legalidad y a la participación ciudadana.

¿De verdad les cuesta tanto apegarse a las leyes y respetar a la ciudadanía? El amparo obtenido por Cambio de Ruta les da la oportunidad de hacer las cosas bien, como debió ser desde el principio.