Entre la misa, el campanario y la procesión

Un sueldo mensual de más de 131 mil pesos mensuales debería ser motivo suficiente para que quienes ocupan una curul en el Senado hicieran su mejor esfuerzo, pero prefieren distraerse en otros asuntos que en hacer lo que ese cargo exige: legislar.

Iraís Valenciano

“No se puede repicar y andar en la procesión”, dice un muy conocido refrán para recalcar lo complejo que resulta tratar de ocuparse de dos o más cosas al mismo tiempo. Los senadores potosinos se empeñan en contradecir ese dicho y demostrar que ser multifacéticos es lo de hoy.

Las vacaciones de Semana Santa en 2025, según el calendario escolar de la SEP, abarcan del 14 al 25 de abril, y casualmente, la senadora Ruth González Silva solicitó licencia al cargo del 10 al 24 de abril.

No se sabe aún en qué andará tan ocupada González Silva como para no acudir a la Sesión Plenaria programada para el próximo martes 22 de abril o atender los asuntos parlamentarios relacionados con las comisiones a las que pertenece. La lista de opciones es muy larga: ¿Viaje familiar? ¿Recorridos proselitistas por los municipios potosinos? ¿Reparto de tinacos? ¿Organizar trabajos de bacheo, poda e instalación de boyas sin previo estudio de impacto vial en calles de la capital?

No es la primera vez que Ruth González Silva se ausenta del Senado. Antes de pedir la licencia de Semana Santa y Pascua, en el reporte de asistencias a las sesiones ya acumulaba 8 faltas justificadas. Los días en los que sí acudió, votó a favor de 106 asuntos y solo una vez se abstuvo de respaldar un pronunciamiento del Senado para rechazar las declaraciones del Presidente del Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU.

González Silva dejó como encargada del “changarro” a su suplente Virginia Zúñiga Maldonado, quien hasta el 9 de abril fungía como directora del DIF Estatal. Ojalá que la funcionaria gallardista se haya separado a tiempo de su cargo para no violar el artículo 62 constitucional que impide “dobletear” en la función pública.

Antes de llegar al DIF Estatal y ahora al Senado, Zúñiga Maldonado obtuvo un certificado como “contador privado y taquígrafo secretariado”. Su carrera política la desarrolló en Soledad de Graciano Sánchez, como  coordinadora en los Departamentos de Archivo, Comercio y Catastro Municipal, así como jefa de Departamento de Reclutamiento Municipal, directora de Comercio y regidora. Será interesante revisar su desempeño como legisladora en la Cámara Alta.

A diferencia de Ruth González, su compañero de bancada, Gilberto Hernández Villafuerte tiene récord impecable de asistencias a sesiones. Solo estuvo ausente cuando se votó un pronunciamiento contra el injerencismo y también se abstuvo de oponerse a las declaraciones sobre desaparición forzada.

Lo malo con Hernández Villafuerte, es que mientras Ruth González ya suma 8 iniciativas presentadas (le metió “turbo” entre el 11 de febrero y el 2 de abril de 2025), él solo lleva tres, aunque en un sentido de justicia, es necesario recalcar que tiene más mérito y requiere más tiempo proponer iniciativas de reformas a leyes, que sugerir inscripciones con letras doradas o más efemérides en el calendario.

El suplente de Hernández Villafuerte es Luis Enrique Hernández Segura, quien como Zúñiga Maldonado, también tiene un cargo en el gabinete gallardista, donde es titular del Instituto de Migración y Enlace Internacional.

Y por el lado del PAN, la senadora Verónica Rodríguez Hernández ha tenido que dividir su tiempo entre sus funciones como legisladora y los pleitos por la dirigencia estatal del blanquiazul.

Rodríguez Hernández solicitó licencia del 13 de noviembre al 11 de diciembre y del 9 al 10 de abril. A ello se suman tres ausencias justificadas a sesiones y cuatro sin justificar.

La panista ha votado a favor de 37 asuntos, 44 en contra y 11 ausencias y en cuanto a iniciativas presentadas, en más de siete meses solo lleva una. Si alguien quiere defenderla, puede alegar que lo suyo son las intervenciones en tribuna, pues hasta el momento acumula 16.

La suplente de Verónica Rodríguez, Estela Arriaga Márquez, es presidenta honoraria del DIF capitalino y cuando le ha tocado ocupar la curul, no ha faltado a ninguna sesión. Incluso, tuvo tiempo de presentar ya una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo.

¿Qué tanto se puede concentrar Verónica Rodríguez en trabajar por un mejor país si está metida en un rechoncho lío partidista? El tiempo y los las estadísticas de su labor legislativa lo dirán.

Sí, se agradece que exista en el mundo gente “multitasking”, esa que puede resolver muchas tareas al mismo tiempo. Lo que no se vale, es cobrar un jugoso sueldo que paga la ciudadanía y distraerse en ambiciones personales, asuntos partidistas u otras actividades que nada tienen que ver con el trabajo para el que se “alquilaron”.

Por 131 mil 700 pesos que percibe de sueldo cada senador, lo ideal sería que nuestros representantes en la Cámara Alta se concentren en cumplir con el trabajo para el que se les votó.

Que decidan de una vez por todas si quieren repicar la campana o andar en la procesión, porque hay quienes parecen estar en todo, menos en misa.

REFILL

Qué nefastos son quienes tratan de lucir un sombrero ajeno. Ahora resulta que presumen haber “descubierto” lo que otro medio publicó tres meses antes con todo detalle ¡qué horror! El cinismo, a todo lo que da.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y maestra en Diseño Multimedia por la Universidad del Valle de México. Ha ejercido el periodismo desde 2004 en medios de comunicación impresos y digitales. A partir del 2017 se incorporó a la plantilla docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.

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