Desiree Madrid
La iniciativa presentada a nivel federal para permitir que adolescentes de 16 y 17 años puedan participar en elecciones ha generado reacciones desde distintos sectores del país, entre ellos el Gobierno del Estado de San Luis Potosí.
La propuesta busca reconocer a los jóvenes como actores políticos activos, otorgándoles el derecho de votar y contribuir a la vida democrática del país.
Países como Argentina, Brasil y Austria ya permiten el voto a los 16 años, y quienes impulsan la iniciativa argumentan que esto fortalece la participación juvenil y la representación de sus intereses en los procesos electorales.
Sin embargo, en México, el debate se centra en la madurez y preparación de los jóvenes para tomar decisiones políticas, así como en su capacidad de asumir responsabilidades ciudadanas asociadas al voto.
En San Luis Potosí, el secretario de Educación de Gobierno del Estado, Juan Carlos Torres Cedillo, expresó que la propuesta le tomó por sorpresa y no le parece conveniente.
Señaló que en varios países los derechos ciudadanos plenos se alcanzan incluso a los 21 años, mientras que reducirlos a los 16 podría implicar que adolescentes sin la experiencia ni la madurez suficiente enfrenten presiones externas al emitir su sufragio.
“Creo que es cuestión de maduración, de preparación para tomar decisiones, sobre todo en cuestiones políticas”, afirmó.
Por su parte, el secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, sostuvo que cualquier iniciativa legislativa debe ser analizada con respeto y con base en sus argumentos.
No obstante, coincidió en que los 18 años aún es la edad más adecuada para ejercer el voto al considerar que a partir de esa edad los ciudadanos pueden asumir plenamente responsabilidades legales y sociales.
“Mis respetos para cualquier idea legislativa, seguramente tiene alguna exposición de motivos que habrá que escuchar, que habrá que leer, que habrá que debatir. Pero bueno, yo creo que la edad de 18 años sigue siendo la idónea por muchas razones”, señaló Torres Sánchez.
Ambos funcionarios coincidieron en que la decisión final corresponde al Poder Legislativo federal, aunque dejaron clara su postura: consideran que reducir a 16 años la edad para votar no es conveniente y que se debe mantener la legislación actual.