María Ruiz
En un contexto de crisis hídrica y desabasto de agua, el Interapas ha implementado una estrategia poco convencional para fomentar el ahorro: la entrega de relojes de arena a los usuarios. Sin embargo, esta iniciativa ha generado controversia y críticas en las redes sociales.
Los afectados por el desabasto en colonias como Las Norias, Jardines del Oriente, San Miguelito, Camino Real a Saltillo, Valle Dorado y San Patricio, han expresado su descontento.
Para quienes han enfrentado más de un año un abasto discontinuo de agua en sus hogares, estos relojes de arena parecen una burla, y a través de sus comentarios surgió una duda: ¿cómo pueden los relojes de arena resolver la falta de agua?
Esta iniciativa fue gestionada desde el mes de mayo de 2023 por el alcalde con licencia, Enrique Galindo Ceballos.
Sin embargo, la falta de transparencia en los gastos y de información sobre las empresas a las que se adjudicó la compra de estos relojes, ahorradores de agua en regaderas y bolsas para que el depósito del agua no descargue de más, han dejado a la población con más preguntas que respuestas.
En este sentido, los usuarios del Interapas han señalado que existen alternativas más efectivas para enfrentar la crisis hídrica. En lugar de relojes de arena, han solicitado que se garantice que las pipas lleguen a las colonias más necesitadas de manera oportuna.
También evitar que grandes empresas derrochen agua mientras la población sufre de la falta de servicio. Mayor transparencia en la gestión de recursos, pues cuestionaron a dónde va el dinero destinado a solucionar la crisis.
Además de los relojes de arena, el Interapas ha sugerido otras medidas, como reutilizar el agua para trapear o lavar banquetas.
Sin embargo, la ironía es evidente, pues quienes carecen de servicio ya aplican estas prácticas, pero con agua comprada a través de camiones cisternas privados.
Para parte de la población, la entrega de relojes de arena puede ser vista como un intento de concientizar sobre el uso responsable del agua, pero también como una burla para quienes luchan diariamente por acceder a este recurso vital, por lo que algunos usuarios consideraron que la verdadera solución requiere acciones más profundas y transparentes por parte de las autoridades.
