La difícil búsqueda de personas desaparecidas

Por Victoriano Martínez

La búsqueda y hallazgo de fosas clandestina es quizá el aspecto más doloroso al que personas buscadoras de familiares desaparecidos se enfrentan en tanto los acerca –con altos riesgos incluidos– a apagar la esperanza del vivos se los llevaron, vivos los queremos, a una cruel realidad en la que vivos se los llevaron, muertos los encontramos.

La intimidación, con ataques armados incluidos, personas extrañas que los vigilan, coincidentes balaceras por los recorridos que realizan y otras situaciones anómalas son parte de los obstáculos que las personas buscadoras deben enfrentar en su esfuerzo por localizar a sus familiares.

“Aun así, seguimos porque sabemos que estas búsquedas son lo único que puede devolver algo de paz a las familias”, expresó Edith Pérez Rodríguez, presidenta del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros SLP, tras confirmar la localización de fosas clandestinas en el municipio de Villa de Reyes.

No obstante, la ruta que los lleva hasta la localización de una fosa clandestina apenas abre otra vía cargada de obstáculos para determinar si entre los cuerpos o restos localizados se encuentra alguno de sus familiares desaparecidos.

De entrada, el registro que lleva la Fiscalía General del Estado, de acuerdo con respuestas a las solicitudes de información 240469824000428 y 240469824000410, de los 79 sitios con fosas clandestinas localizados entre el 1 de enero de 2018 y el 6 de septiembre de 2024, en 40 no se cuenta con información sobre el número de cadáveres o restos.

En el caso de los 39 sitios con fosas clandestinas en los que sí se tiene el dato se contabilizan 77 cadáveres. El sitio con más cadáveres contabilizados es la ex hacienda de Ojo de Agua de Solano, en Ciudad Fernández, con 10 cadáveres; le siguen con 5 cadáveres cada sitio, Cerro de la Cruz en Villa de Arista y Peñasco en la capital.

En la misma comunidad de Cerro de la Cruz en Villa de Arista se encontró otra fosa clandestina con cuatro cadáveres, lo mismo que en El Aguaje de Guadalcázar y en Cañón de la Virgen del municipio de Cárdenas. Con dos cadáveres se ubicaron fosas en Moctezuma, Rioverde, Villa de Reyes, Villa Hidalgo y Ciudad del Maíz.

En 24 de los 59 municipios del Estado se han localizado fosas clandestinas, de acuerdo con la información proporcionada como respuesta a las mencionadas solicitudes de información.

Los 40 casos en los que no se sabe cuántos cadáveres hay en las fosas clandestinas son una primera barrera a la que se enfrentan las personas buscadoras, que se suma con una circunstancia adicional:

“¿Cuántos centros de resguardo de restos y/o identificación humana operan en su estado y cuáles son (es decir, ¿cómo se llaman, en qué ciudad y municipio se encuentran ubicados y en qué fecha iniciaron sus operaciones?)”, preguntó una persona mediante la solicitud de información con folio 240469824000290.

“Actualmente en el Estado no se encuentra operando ningún centro de resguardo de restos y/o identificación humana”, respondió Juan Bernardo Bustamante Reyes, vicefiscal Científico de la FGE el pasado 10 de junio.

A pesar de no contar con un centro de resguardo, actualmente se encuentran en el Laboratorio de Antropología y el Servicio Médico Forense de la Vicefiscalía Científica 293 cadáveres y/o restos humanos no identificados, además hay 627 inhumados en el panteón de El Saucito y otros 45 en el panteón municipal de Milpillas.

Un total de 965 cadáveres bajo resguardo, según informó Bustamante Reyes en su respuesta a la solicitud de información 240469824000424.

No se tiene claro si los 77 cadáveres contabilizados de las fosas clandestinas registradas hasta septiembre de este año se encuentran dentro de ese resguardo, y si sobre las recién localizadas en Villa de Reyes se logre establecer cuántos hay y si se incorporarán a ese resguardo.

El caso es que para las personas buscadoras, las posibilidades de localizar a sus familiares quedan dispersas entre 72 fosas en 24 municipios, de las cuales en 40 no se sabe cuántos cuerpos hay, y en un resguardo de cadáveres repartido entre el Laboratorio de Antropología y el Servicio Médico Forense, de los cuales el 69.64 por ciento ya están en una fosa común.

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