Opacidad en los organismos operadores del agua, agravante de la crisis en SLP

Estela Ambriz Delgado

En relación al trabajo que han llevado a cabo organismos operadores de agua en el estado, el investigador e integrante del Consejo Hídrico Estatal, Edgar Piña Hernández, consideró que la discrecionalidad y falta de fiscalización de los mismos los ha convertido en botín político y económico, pues la supuesta inversión de recursos durante décadas no se ha visto reflejada en la ciudad de San Luis Potosí.

Asimismo, mencionó que la solución a la crisis hídrica que enfrenta la zona metropolitana no está en la construcción de grandes obras de infraestructura, pues a quien beneficia es a la empresa que las ejecuta, además de que se usa políticamente para “cortar un listón”.

Hernández Piña señaló que existe una gran discrecionalidad en los organismos operadores, pues no son fiscalizados y carecen de transparencia en el ejercicio de los recursos, como en el caso de la capital del estado, donde tras el paso de décadas de supuesta inversión en el tema, esto no se ha reflejado en soluciones para los requerimientos de la ciudad y solo se ha dado una mala gestión.

“Con todo el dinero que han tenido estos organismos operadores en las últimas décadas debieron de haber hecho su chamba, que era darles mantenimiento a las presas y sustituir poco a poco las redes de drenaje, ir actualizando toda la infraestructura, que no es nada extraordinario, es el trabajo normal que tienen que hacer (…). Entonces nunca lo han hecho, ¿y dónde está el dinero?”, cuestionó.

Dicha gestión deficiente del recurso hídrico se ha agravado también por las obras de relumbrón que se han realizado y continúan proyectándose, pues como explicó el integrante del Consejo, la crisis del agua no se puede abatir con inversión en infraestructura, pues obras como la construcción de presas se realizan sin estudios de factibilidad de largo plazo, que tomen en cuenta, por ejemplo, la eficiencia que va a tener en época de sequía.

“Siempre se calculan esos proyectos como si todos los años hubiera lluvias abundantes y el flujo que se puede obtener de agua es constante, y no es el caso. Sin embargo, se construyen obras de infraestructura muy grandes porque son muy buen negocio”.

En este sentido, el investigador puntualizó que cuando se hace mucha obra quien realmente se beneficia es quien construye, es decir, la empresa que la ejecuta, además de que políticamente “cortar un listón” es muy redituable, no así en el caso de la sustitución de la red de drenaje o de distribución de agua potable.

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