Opiniones divididas tras el enfrentamiento entre Noroña y Alito Moreno en el Senado

Fernanda Durán

El enfrentamiento a golpes en el Senado entre Gerardo Fernández Noroña y Alejandro “Alito” Moreno generó reacciones encontradas: el diputado local de Morena y presidente de la Directiva, Cuauhtli Badillo, calificó al dirigente priista de “psicópata” que recurre a la violencia; la dirigente estatal del PRI, Sara Rocha Medina, cerró filas con el mensaje de “todos somos alitos”. Desde la sociedad civil, Ciudadanos Observando advirtió que lo ocurrido refleja la polarización que se ha instalado en la política y en la sociedad mexicana.

Cuauhtli Badillo describió lo ocurrido como un acto bochornoso que contradice la investidura de quienes representan a los estados en la cámara alta.

“En el Senado debe imperar la madurez”, sostuvo, antes de calificar a Moreno como “un psicópata” que recurre a la violencia cuando carece de argumentos.

Aunque reconoció que Fernández Noroña ha sido señalado en ocasiones por su estilo ríspido, defendió su trayectoria:

“Es mi amigo, ha venido trabajando, esa es su manera de hacer la política… nosotros no lo vamos a decir cómo se debe conducir, cada uno ya está grandecito y debe saber qué está bien y qué está mal”.

Para el legislador, lo sucedido se originó en el debate sobre la presencia de fuerzas extranjeras en México, tema en el que Morena se impuso con datos y razones, mientras que la oposición terminó por recurrir a la agresión física.

Badillo advirtió que la ciudadanía espera consensos y no escenas que “dan rabia y vergüenza”, por lo que desde San Luis Potosí impulsará un exhorto para elevar el nivel del debate nacional.

Tras el incidente, el morenista publicó en redes sociales lo siguiente:

“Condenamos enérgicamente las agresiones del senador Alejandro Moreno Cárdenas… toda mi solidaridad con mi amigo presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña”.

Su compañera de bancada, la diputada Nancy Jeanine García, coincidió en que nada justifica la violencia. Llamó la atención sobre quienes en redes celebraron la golpiza contra Noroña, lo cual es una señal preocupante.

“Eso solo evidencia que nos falta mucho camino para cambiar las cosas. Nadie merece este tipo de actos y mucho menos el pueblo”.

En contraste, Rocha Medina defendió a Moreno como el único que se atrevió a encarar los excesos de Noroña en la tribuna, pues desde su perspectiva, el senador morenista fue quien provocó e insultó, fiel a una trayectoria marcada por la confrontación.

“Toda la vida ha sido provocador, agitador, amenazador”, afirmó.

Rocha aseguró que el priismo potosino se solidariza con su dirigente nacional, a quien consideró víctima de la “hipocresía” de Morena.

“Alejandro Moreno nos representa… todos somos Alito”, expresó, al tiempo que convocó a la militancia a la unidad y la movilización.

Para la priista, lo ocurrido refleja también el hartazgo frente a un gobierno que “solo ha fabricado mentiras y corrupción”.

Por otra parte, desde la sociedad civil Guadalupe González Covarrubias, representante de Ciudadanos Observando, consideró que el choque en el Senado es reflejo de un clima político dividido desde que el expresidente López Obrador llegó al poder.

A su juicio, la confrontación permanente entre “chairos y fifís” se ha trasladado a los congresos y, peor aún, a la vida cotidiana.

“El pleito que se vio ayer en la cámara se refleja en la sociedad y lo vemos en las redes sociales, en las charlas, incluso en los congresos locales”, señaló.

También cuestionó el estilo de ambos protagonistas: Noroña, con una larga trayectoria de declaraciones agresivas, y Moreno con un comportamiento que calificó de “bajo nivel”.

Lo que más le preocupó fue escuchar al presidente del Senado advertir que acudiría a “los nuevos tribunales” para presentar denuncias, lo que interpretó como una amenaza.

“Antes pedían tolerancia y libertad de expresión, ahora quieren usar el poder judicial como herramienta de persecución”.

El episodio, transmitido en vivo y reproducido en redes sociales, provocó reacciones inmediatas de actores políticos y la ciudadanía. En el PRI se cerraron filas en respaldo a Alejandro Moreno, mientras que en Morena se exigió una sanción en su contra.