Otra vez copiar, pegar, cobrar… y ahora, aparentar

Por Victoriano Martínez

Cada nueva Legislatura, desde la pasada, por efecto de los plazos que quedaron establecidos en la Ley de Fiscalización, tiene en los dictámenes de los informes de la Auditoría Superior del Estado (ASE) lo que podría considerarse una de las fuentes de las primeras novatadas, dentro de los dos primeros meses de su trienio.

Como efecto de esa novatada, los recién estrenados diputados exhiben la actitud con la que llegan a cumplir sus obligaciones en materia de fiscalización.

Hace tres años, la novatada se dio en dos tiempos. Primero descalificaron la aprobación de los informes hecha por sus antecesores el 7 de septiembre de 2018, ocho días antes de concluir la LXI Legislatura, porque ellos los revisarían con más filo.

En el segundo momento, mostraron lo mellada de su primera filosa acción al aprobar, hace exactamente tres años, los mismos dictámenes que habían dejado sin efecto con un solo agregado para el informe general con nueve recomendaciones para la ASE. Diputados barco, pues, hasta el 14 de septiembre de este año.

En su novatada en turno, es claro el afán de los actuales diputados por mostrarse muy estrictos, al grado de que en 115 dictámenes reproducen, con la muy socorrida técnica de copiar-pegar, las mismas observaciones para todos los informes, justificadas a partir de un muestreo de 14 de las 224 auditorías practicadas por la ASE.

“…la integridad de la Auditoría Superior del Estado ha sido puesta en duda, debido a su actuación deficiente, de ahí que no se puedan acompañar, compartir, validar y/o respaldar sus actuaciones y resultados”, es la conclusión que se reproduce 115 veces como último párrafo del sexto considerando de los 115 dictámenes.

En los 115 dictámenes se cita por duplicado la “revisión aleatoria de 14 expedientes de auditoria” del que desprenden una serie de incumplimientos que generalizan a los 224 expedientes que llegan incluso a la descalificación del personal de la ASE de tal forma que hasta resulta extraño que la conclusión no haya sido el despido inmediato de todos y la renovación total de la plantilla.

“Estaríamos (de aprobar los informes de la ASE) ante un flagrante incumplimiento del mandato soberano del pueblo que constitucionalmente encomendó a sus representantes populares, a diputadas y diputados, lo que se traduce en un ineficaz control y revisión del gasto público que debió ejercer, lo que pone en duda la razón de ser de este órgano Legislativo”, establecieron.

No obstante, en ninguna línea de su análisis reproducido 115 ocasiones en la Gaceta Parlamentaria para la sesión de hoy, aparece planteamiento alguno para resarcir ese flagrante incumplimiento, que de ninguna manera se subsana con un rechazo que pareciera más por consigna que por un análisis pormenorizado caso por caso.

La aleatoriedad en la revisión de 224 auditorías coincidentemente por pura casualidad resultaron seleccionadas las dos auditorías aplicadas a la Secretaría de Salud, la de Interapas, las de los ayuntamientos de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez y la de la SEDUVOP. Cualquier coincidencia con los intereses de un Congreso gallardizado no es más que eso, pura coincidencia.

Estas son las principales observaciones y deficiencias que enumera la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado:

  • La manifestación referente al cumplimiento de los objetivos de aquellos programas que promuevan la igualdad entre mujeres y hombres, así como la erradicación de la violencia y cualquier forma de discriminación de género
  • No existe consistencia en los criterios de selección de la citada muestra entre los mismos Auditores, no existe un método definido o estandarizado, no se tiene una seguridad razonable de que el alcance cumple con los aspectos y criterios relevantes
  • No se cuenta con la evidencia suficiente que permita evaluar a algunos de los Entes Fiscalizados, tal y como quedó plasmado en el análisis efectuado a cada uno de ellos.
  • Existen 6 personas que no cuentan con título profesional alguno, 2 Licenciados en Mercadotecnia, 1 Licenciado en Administración Hotelera o Turística y se encuentran desempeñando funciones como Auditor
  • El personal de la Auditoria Superior del Estado no conoce el servicio fiscalizador de carrera a que hace referencia el artículo 85 de la Ley de Fiscalización, no obstante que de acuerdo a su plantilla existe una Coordinación del Servicio Fiscalizador de Carrera
  • Discrepancia de criterios entre los mismos Auditores al momento de clasificar las observaciones
  • En lo que se refiere al sentido del dictamen, se conoció que existe de manera interna un formato que “califica” el dictamen, sin embargo, el mismo no considera elementos graves como la falta de evidencia suficiente para evaluar al Ente Fiscalizado

Llegan al grado de justificar la deficiente actuación de la ASE porque “la misma ciudadanía y las propias administraciones de gobierno que han formulado una diversidad de señalamientos sobre irregularidades detectadas, derivado del proceso de entrega-recepción con motivo del iniciado sus periodos de gobierno”.

Todo indica que los diputados quedaron convencidos por la Unidad de Evaluación y Control y los asesores que los apoyaron para la realización de los dictámenes de que los análisis específicos y las conclusiones técnicas a las que se refiere la Ley de Fiscalización siguen un camino que desde hace años ha resultado técnicamente muy efectivo: copiar-pegar.

Una técnica que conlleva riesgos mínimos, como mezclar municipios en los dictámenes, o que se cuele el párrafo del dictamen de un informe individual en el correspondiente al Informe General. Minucias que dejan intocada la actitud exhibida tras la novatada.

Hace tres años fue la incapacidad barco a la mitad del sexenio. Hoy, la misma incapacidad se disfraza de evaluación estricta que deja ver la clara intención de sacudirse una ASE que –a pesar de su actitud acomodaticia– se prefiere perfilar su desintegración para renovarla plenamente a modo del nuevo Ejecutivo.

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