Otro proyecto industrial depredador en Cerro de San Pedro

Por Victoriano Martínez

En Cerro de San Pedro hay 31 títulos y permisos de aguas nacionales, de los cuales diez son de uso industrial y pertenecen a Minera San Xavier (MSX), en tanto que, sobre otro, ubicado en la comunidad de La Zapatilla, se tiene la intención de cambiar su tipo de uso también a industrial para reforzar un proyecto para desarrollar en esa zona un parque industrial de grandes dimensiones.

Integrantes del Frente Amplio Opositor a Minera San Xavier (FAO) han detectado acciones de coordinación entre la MSX, el ayuntamiento de Cerro de San Pedro y la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (SEDUVOP) enfocadas hacia ese proyecto y se han puesto en alerta ante una nueva amenaza depredadora contra ese territorio.

Una situación que se presenta ante uno de los 58 conflictos mineros que existen en el país y que son reconocidos por el gobierno federal, que para el caso de la MSX se describe como una empresa que “opera fuera de la Ley”.

No obstante, cuando en julio de 2021, con motivo de la movilización a favor de la declaratoria de Área Natural Protegida para la Sierra de San Miguelito, en una reunión con María Luisa Albores González, titular de SEMARNAT, también se acordó la integración de una comisión para analizar sanciones por el caso de MSX, especialmente para obligarla a realizar la remediación de su explotación minera.

Aunque no se informó públicamente sobre los resultados de los trabajos que arrancaron en aquella fecha, integrantes del FAO obtuvieron un documento de trabajo en el que se describe la situación en la que se encuentra el proyecto minero, que es el que hoy enciende alertas: prácticamente se trata de la convalidación de las acciones realizadas por MSX como si cumpliera con todas las condiciones que se le impusieron.

En el documento no se habla de los daños ecológicos irreversibles que provocó la explotación minera, de fincar responsabilidades sobre el actuar de las autoridades que en su momento permitieron el ecocidio, que fue la postura del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la revisión sobre la forma en que operó MSX y destruyó el cerro que forma parte del escudo de armas del Estado.

Una postura que ha compartido la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien de varias mañaneras ha recordado su participación en el movimiento de resistencia contra la minera como parte del gobierno legítimo que encabezó López Obrador a partir del 2006, tras las protestas por el fraude electoral del “haiga sido como haiga sido”.

Lejos de enfocarse a documentar el ecocidio y deslindar responsabilidades, el documento hace un recuento de presuntos informes de cumplimientos, incluidas presuntas acciones de reforestación.

“Información del convenio de colaboración a fin de conllevar y preservar la cobertura vegetal natural y la integridad de suelo en las zonas de recarga de las sierras de San Miguelito y de Álvarez”, es uno de los informes mencionados.

Los integrantes del FAO que hoy mantienen su activismo ambiental como parte de los Guardianes de la Sierra de San Miguelito ven en ese reconocimiento de cumplimientos inexistentes por parte de la SEMARNAT una señal de alarma, dado que no encuentran evidencia de esas intervenciones en el Área Natural Protegida.

Considera que esa actitud condescendiente de la SEMARNAT con la MSX muestra que en el actual gobierno federal aún actúa parte de la estructura del poder fáctico incrustado en la Cuarta Transformación que, por complaciente, incentiva nuevas acciones por parte del grupo empresarial de la minera para incursionar en nuevos proyectos.

Uno de ellos tiene que ver con algunos indicios con los que cuentan sobre acuerdos entre el Ayuntamiento de Cerro de San Pedro y la SEDUVOP para renovar el Programa de Ordenamiento Territorial para abrir la posibilidad de que en ese municipio se desarrolle un parque industrial de grandes dimensiones que abarcaría Cuesta de Campa, La Zapatilla y Cerro de San Pedro, además de parte de Palma de la Cruz en Soledad de Graciano Sánchez.

Un proceso en marcha que sólo cuenta con un obstáculo que aún debe sortearse: lograr que el pozo de La Zapatilla pueda ser incorporado para su uso en ese proyecto industrial.