Estimados Amigos:
La libertad de expresión se reconoce como un derecho humano en virtud del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de cualquier tipo, por cualquier medio.
Lo anterior lo expreso debido a la imperiosa necesidad de elevar la discusión pública a un nivel de crítica profesional respecto a la forma en que se desempeñan los servidores públicos de los gobiernos estatal y municipal y el nivel de transparencia y verdad en los medios de comunicación. Al mismo tiempo, para informar a la ciudadanía con datos que se sustenten en la realidad y que estén apegados totalmente al tema a tratar.
Con base en los argumentos de John Milton, la libertad de expresión se entiende como un derecho multifacético que incluye no solo el derecho a expresar o difundir información e ideas, sino también tres aspectos más:
1.- el derecho a buscar información e ideas;
2.- el derecho a recibir información e ideas;
3.- el derecho a impartir información e ideas.
Debemos recordar que la libertad de expresión es fundamental en una democracia.
Siguiendo la tesis de Alexander Meiklejoh, podemos afirmar que el concepto de democracia es el autogobierno de la gente. Para que un sistema funcione, se necesita un electorado informado. Para poder estar informado no debe haber restricciones al libre flujo de información e ideas. Según Meiklejohn, la democracia no será fiel a su ideal esencial si los que están en el poder pueden manipular a la gente reteniendo información y reprimiendo las críticas.
Si el gobierno otorga dinero para los medios de comunicación, debe ser con el fin expreso de elevar la discusión pública y dar oxígeno a la libertad de expresión y, por ende, a la libertad de información. Todo presupuesto de los gobiernos para los medios de comunicación debe entregarse sin taxativas con el afán de alimentar la libertad de expresión.
No puede haber democracia si no existen medios libres que digan la verdad y que el trabajo se haga con el rigor que requiere el periodismo.
Quiero decirles que la razón de ser de nuestro medio Astrolabio es auténticamente la verdad, la transparencia, la solidez de los datos, el profesionalismo en una información diáfana que fluya libremente y que pueda llegar a las personas para que sean capaces de ejercer una crítica desde cimientos fuertes.
Esto les dará las herramientas para poder elegir a sus gobernantes. Empero, si estos gobernantes dan dinero a los medios, deber ser para elevar la discusión pública y darle fuerza y vida a la libertad de expresión y a la democracia. Es un grave error que el gobierno utilice dinero público como si fuese de su bolsillo para manipular la información y desorientar a la gente, comprando boletines y pasquines que hablen a favor de aquel.
Quiero puntualizar que Astrolabio es incorruptible. Es un instrumento de información y análisis periodístico apegado a los principios de libertad de expresión, democracia y verdad.
También deseo recordar en este contexto las palabras de un hombre que luchó por la libertad de expresión y puso muy en alto el listón respecto a la misma. Deberían cincelarse con letras de oro:
“Tal vez no esté de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo”. Voltaire.
Miguel Maya Rom.
