Peatones y ciclistas, olvidados en proyectos de vialidad para la capital

Angélica Campillo

El Ayuntamiento de San Luis Potosí y el Gobierno del Estado presentaron el proyecto denominado Vialidades Potosinas, el cual contempla una serie de obras de infraestructura vial para la capital, sin embargo, destacó que se colocó como prioridad el uso del automóvil y se olvidó, casi por completo, de los peatones y de los ciclistas, aún cuando se mencionó que se pretende disminuir las emisiones de dióxido de carbono.  

Según lo anunciado, este programa se llevará a cabo en dos ejes: el primero contempla la rehabilitación de un millón de metros cuadrados de pavimento en diversas avenidas y calles de la capital potosina como Himno Nacional, avenida Hernán Cortés, camino a Peñasco, avenida Industrias, avenida Ricardo B. Anaya, avenida Salk, avenida Venustiano Carranza, calle 71, calle 24, entrada principal a La Pila, camino a Cerritos de Zabala, camino al Santuario del Desierto y laterales de la avenida Salvador Nava.

En el segundo eje se pretende la construcción de proyectos de infraestructura vial como un paso inferior vehicular de dos carriles por sentido en la carretera Zacatecas – El Saucito, con una longitud de 0.6 kilómetros, el cual contaría con una explanada y rampas, así como una explanada peatonal a nivel, obras de drenaje pluvial, alumbrado y paso deprimido, señalamiento vial y la regeneración urbana de la zona colindante.

Además, se prevé la construcción de un paso inferior vehicular en el cruce entre la avenida Cordillera de los Alpes y la avenida Cordillera Himalaya, que cuenta con los siguientes componentes: puente inferior vehicular de dos carriles por sentido, movimientos direccionales uno a uno regulados por señales de alto y de ceda el paso a un vehículo, obras de drenaje pluvial, alumbrado en paso deprimido y zona a nivel con laterales, señalamiento vial, regeneración urbana de la zona colindante, regeneración de flujo continuo en Cordillera de los Alpes.

Otra de las obras anunciadas es la prolongación de la avenida Hernán Cortés – 20 de noviembre, la cual contará con los siguientes componentes: conexión de Hernán Cortés hacia el oriente, ampliación vial de dos carriles por sentido y carril de estacionamiento, alumbrado público, señalamiento vial, entronque con accesibilidad universal en 20 de noviembre, regeneración urbana en la zona, así como una solución al drenaje pluvial.

Por otra parte, la prolongación de la avenida Hernán Cortés – calle Oro se presentará como una alternativa de traslado, misma que estará compuesta por: conexión de Hernán Cortés hacia el poniente, ampliación vial de dos carriles por sentido más carril de estacionamiento, alumbrado público, señalamiento vial, entronque con accesibilidad universal en el anillo periférico y el libramiento, regeneración urbana en la zona, y solución al drenaje pluvial.

Asimismo, se prevé la regeneración del Parque de Morales, la cual conllevará la rehabilitación de senderos para caminar, áreas de jardín, juegos infantiles, áreas para la relajación, alumbrado público y fuentes para el disfrute de los visitantes.

De acuerdo con el alcalde de la capital potosina, Enrique Galindo Ceballos, estos proyectos se contemplan llevar a cabo durante los tres años de su gobierno y el techo financiero para realizarlos es de mil 500 millones de pesos, sin embargo, al ser cuestionado respecto a cuántos recursos aportará el Gobierno del Estado, dijo desconocerlo.

 

Peatones y ciclistas poco contemplados dentro del proyecto

La única obra vial en la que se habló sobre un espacio exclusivo para peatones es el paso a desnivel en la carretera Zacatecas – El Saucito y, de manera muy escueta, se mencionó que con estas construcciones se pretende disminuir la emisión de dióxido de carbono, sin embargo, no sé detalló de qué forma ayudarán a ello.

Desde el año 2011 nació en la Ciudad de México el programa Ciclociudades, el cual se enfoca en el desarrollo de estrategias para la generación de espacios donde sea prioridad el desplazamiento de peatones y ciclistas, con el fin de abonar en temas de movilidad, medio ambiente y salud.  

En ese mismo año surgió El Manual integral de movilidad ciclista para ciudades mexicanas como una herramienta para impulsar a los gobiernos a implementar políticas de movilidad en bicicleta y está dirigido a todos los actores involucrados en la toma de decisiones y ejecución de acciones.

El tomo I de este documento, nombrado La Movilidad en Bicicleta como Política Pública, explica que las ciudades mexicanas se encuentran ante el desafío de desarrollarse, incorporando como ejes rectores la sostenibilidad, la equidad y la competitividad, de manera que se maximice la calidad de vida de sus habitantes.

Señala que la problemática urbana que enfrenta México es un reflejo de los retos globales de desarrollo y medio ambiente, altamente vinculados con las consecuencias de un esquema de movilidad que privilegia a los vehículos automotores individuales sobre alternativas más sostenibles como el transporte público y el no motorizado.

Resalta que desarrollar vialidades entorno al automóvil reduce la oportunidad de que los mexicanos disfruten plenamente de su tiempo, dinero y salud, por lo que se considera necesario voltear los ojos hacia nuevas formas de movilidad y desarrollo urbano que ya se han implementado con éxito en diferentes ciudades del mundo.

Menciona el fomento del uso de la bicicleta como una opción en la búsqueda de soluciones a la actual crisis ambiental, social, económica y de salud en nuestro país.

Según el manual, la promoción de la bicicleta sigue estando alineada con esfuerzos aislados y con un perfil recreativo, más que como parte de una política integral de movilidad sostenible, y en buena parte, esta condición responde a la falta de guías y lineamientos que orienten su desarrollo como un modo de transporte viable en el contexto mexicano.

En una de las imágenes que ilustran estos proyectos anunciados por las administraciones municipal y estatal de San Luis Potosí, se observa al peatón y al ciclista transitar por el mismo espacio, lo que demuestra que no se contempló un espacio exclusivo para bicicletas distanciado de los peatones, como las ciclovias que se han construido en las avenidas Himno Nacional y Venustiano Carranza.

“La tendencia mundial indica que las ciudades con altos porcentajes de ciclistas son percibidas como lugares más seguros y más humanos. Al aumentar el uso del espacio público, se crea un sistema cívico de seguridad informal que transforma la vía pública en un espacio más incluyente y con un tejido social más robusto”, describe el manual.

La finaldad de este documento es explicar que darle prioridad al peatón y al uso de la bicicleta es una tendencia de ciudades desarrolladas y saludables, así como incluyentes porque resaltan el uso de transportes económicos. Además, atrae beneficios al medio ambiente al mejorar la calidad del aire con la disminución del transporte motorizado. Situaciones que pasaron de largo en las nuevas obras anunciadas para los próximos tres años en la capital potosina.

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