Dos refrescos de 2.5 litros

Por Victoriano Martínez

La apuesta cambió.

Hace tres meses, el saneamiento del Interapas dependía de que se aprobara un incremento del 40 por ciento a las tarifas por el servicio de agua potable.

No se aprobó.

Los diputados del Congreso del Estado no lo aprobaron, más como un acto de populismo barato que de responsabilidad, ya que afectaron por igual a todos los organismos operadores de agua del estado sin atender a las circunstancias particulares de cada uno de ellos.

Tampoco plantearon alternativas para que cada uno de los organismos pudiera enfrentar las dificultades particulares para prestar en óptimas condiciones el servicio.

De los diputados poco se podía esperar. Del Interapas, con nueva administración alineada a una administración municipal de color diferente, era más lo que se tenía que esperar.

Exhibir dos refrescos de 2.5 litros fue un planteamiento muy lejano de un argumento real para justificar el aumento.

No era mucho dinero lo que representaba el aumento para los usuarios cumplidos, se quiso decir.

Poco faltó para que dijeran no son muchos los que lo pagarán, pues la mayoría de los usuarios no pagan.

El incremento no pasó y la necesidad –con un empujoncito de recursos adicionales para programas sociales– modificó la apuesta.

Ahora se plantea como posible que para el saneamiento de Interapas se logren algunos avances con un programa social de subsidio a los usuarios con dificultades económicas para mantenerse como cumplidos.

Fermín Purata Espinoza, director del Interapas, aseguró que ese esquema fortalecerá los ingresos del organismo y estimó que se podría recuperar entre un 10 y un 15 por ciento de la cartera vencida.

Si la cartera vencida rebasa los 800 millones de pesos, la recuperación esperada andaría por los 80 millones de pesos, más de la tercera parte de los requerimientos del organismo para comenzar a resolver sus problemas de insolvencia.

Combinado con el programa de cobranza, para el que incluso ya buscan compañías de Monterrey o de la Ciudad de México, perfila alternativas que, de haber sido consideradas hace tres meses, se habría podido establecer un proyecto de incrementos paulatinos a las tarifas tolerable y que a largo plazo contribuyera a la operación equilibrada del organismo.

Un era posible, pero en aquel momento se aferraron a una solo opción.

Una alternativa que presenta una curiosa paradoja. Purata Espinoza estima que con el programa de subsidios resultarían beneficiados alrededor de 40 mil usuarios con los 30 millones de pesos que se invertirán en el año.

Treinta millones de pesos equivalen a poco más de 923 refrescos de 2.5 litros. Casi 77 mil al mes. Es decir, con que el Ayuntamiento invierta el equivalente a regalarle dos refrescos de 2.5 litros cada mes a esos usuarios que beneficiará podrá recuperar entre el 10 y el 15 por ciento de la cartera vencida, a decir de Purata Espinoza.

A veces hay soluciones que pueden comenzar con sólo darle un giro a la perspectiva.

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