María Ruiz
Diversos académicos e investigadores del Colegio de San Luis (Colsan) y del Observatorio Socioambiental solicitaron una investigación amplia, profunda y verás que aclare, revise y deslinde responsabilidades sobre la problemática de la presa El Realito.
“Estamos conscientes de la realidad hídrica de nuestro estado, las complicaciones del enorme esfuerzo que hace la sociedad en su conjunto para sostener una obra como esta. Solicitamos que se hagan las investigaciones pertinentes, que digan quiénes son los responsables con el único fin de encontrar un mejor clima para la justicia hídrica en un ambiente equitativo para la población potosina”, señalaron.
Además, subrayaron que a pesar de que se presumía como una obra de calidad y tecnología de punta, está repleta de opacidad, situación que se exhibe en las más de 50 fallas registradas en el ducto, lo que da cuenta de la ineficacia de su diseño, la precariedad de sus materiales y lo obsoleto de su tecnología.
“Como investigadores interesados en el tema del agua hemos observado que esta obra se encuentra atravesada por altos costos financieros y ambientales, construyendo complejos escenarios de desigualdad social que descansan en entramados desiguales históricos de nuestro estado, dejando sin abasto de agua a la ciudad”, explicaron.
Por lo que remarcaron que estas constantes fallas, tanto en el conducto como en la cortina, significan consecuencias graves que deben ser deslindadas, investigadas y aclaradas.
“Invitamos desde aquí a la sociedad en general a vigilar la iniciativa del Gobierno estatal, que sea revisada a profundidad del estado actual de la obra y le solicitamos no escatimar en el esfuerzo para llegar a la responsables”, sostuvieron.
El Realito funciona, no para conducir agua sino para conducir dinero: investigador
El Realito sí funciona, pero no para lo que se dijo que era para traer agua, sino que lo que conduce es dinero a las cuentas de las empresas que ganaron el contrato, según lo señalado por el doctor en Ciencias Sociales, Francisco Javier Peña De Paz.
“¿Qué es lo que pedimos? Es que las instancias respectivas se encarguen de investigar, ¿qué es lo que ha pasado ahí?, ¿qué es lo que pasó? Porque nos preocupa también que se pueda repetir este mismo mecanismo de corrupción. Ese es un punto nos preocupa muchísimo”.
Esto respecto al contexto de irregularidad que rodeó el proyecto del acueducto, sus licitaciones y la concesión a la empresa que llevó a cabo su construcción.
“El Realito sí funciona porque le está llevando mensualmente alrededor de ocho millones de pesos a la empresa que lo opera pese al verdadero desaseo e ineficiencia de esta obra. Funciona ¿para qué? No para llevar agua, la conduce muy mal; lo que conduce muy bien es el dinero a las empresas quienes ganaron ese contrato que obtuvieron gracias a los vínculos que tenían con quienes ejercían el poder público de la época”, aseveró.
Trabajar en los pozos es urgente
Volver a reactivar los pozos será la única opción para poder abastecer a la población de agua, que enfrenta esta crisis hídrica, a pesar de la sobreexplotación del manto acuífero.
El investigador Peña De Paz refirió que si bien la ejecución de la presa El Realito tuvo su origen para paliar la situación originada por el consumo progresivo de agua en los mantos acuíferos, debe realizarse con visión humana, es decir, que el funcionamiento de estos tenga un criterio de disponibilidad para la gente que más lo necesita.
“Hay varias opciones: una de ellas, proteger de carga del acuífero; y segundo, que se establezcan o ubiquen los pozos con criterio de máxima rentabilidad, no para las empresas, sino con un criterio de disponibilidad para la gente”.
En este sentido, tanto el investigador como otros académicos exhortaron a las autoridades actuales, pero sobre todo a las municipales, a que el proyecto emergente de abasto resulte en beneficio de la población y que no permita otro fraude de la índole de El Realito.
Frente a un posible riesgo en suelo por la ubicación de estos pozos, el académico refirió que no se trata de sacar más agua de la que ya tiene concesionada el Interapas, sino que es la reubicación de pozos, lo que conllevará todo un proceso técnico.
“Se necesita que estos pozos no estén ubicados en la misma zona, que ocasiona que se haga un cono de abatimiento, pero también un criterio social es que el pozo esté ahí, donde se requiere abastecer la red para las colonias que menos agua tienen”.
Referente al clandestinaje de toma de agua que se han detectado en algunos pozos de la capital, Peña De Paz señaló que lo que se sabe es que el agua de San Luis proveniente de estos pozos está concesionada para el uso público por parte del organismo operador, para el uso privado que es para el sector agrícola e industrial, por lo cual es muy difícil que esto suceda.
“Realmente el Interapas es –digamos– de todo el universo de extracción en el acuífero de San Luis Potosí, el organismo más monitoreado en términos de que es muy difícil, es imposible que el Interapas tenga una extracción clandestina por su misma condición”.
Por lo que enfatizo en que más allá de pensar si existen pequeños productores que se dedican a sacar agua, situación que no es factible porque para ello se necesitan condiciones técnicas superiores, Peña De Paz apuntó a que es mejor pensar en quienes sí tienen los medios para extraer agua y con ese soporte se pueda abastecer a otras zonas de la ciudad.
