Por Victoriano Martínez
Este martes, en el municipio de Moctezuma, el panorama de inseguridad comenzó con cuatro policías municipales levantados, la comandancia baleada y una patrulla quemada. Una violencia quizá aún lejana a la magnitud con que se ha dado en otros estados, por aquello de no estamos tan mal, pero que no deja de ser un hecho que impacta en la percepción de la inseguridad.
Este martes, en los nueve comunicados que emitió la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el panorama de inseguridad no incluyó la desaparición de policías, sólo hubo presencia de civiles armados que presuntamente realizaron detonaciones en la comandancia municipal, y no se mencionó la quema de la patrulla.
Un contraste entre lo que comenzó a circular desde temprano en redes sociales, con imágenes de los impactos de bala en la comandancia y hasta un video que muestra la sede municipal de policía y la patrulla en llamas, que da cuenta de lo que la autoridad preferiría que la población no se enterara pero que las benditas redes le impiden lograrlo.
Aunque el fiscal general del Estado, José Luis Ruiz Contreras, reconoció –al ser entrevistado– los hechos que se dieron a conocer por redes sociales desde temprano, la omisión de esa información en los comunicados de la SSPC muestra que la estrategia formal es ocultarle los hechos a la población. Prevenir que cunda el temor antes que prevenir que prolifere la violencia.
“La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado informa que se implementan trabajos de vigilancia terrestres y aéreos coordinados en el municipio de Moctezuma, a petición de las autoridades de aquella demarcación por la presencia de civiles armados”, así comienza el comunicado de cuatro parrafitos y 136 palabras que emitió la SSPC sobre el caso.
Prácticamente por todos los rumbos del estado circulan civiles armados, y de eso son testigos los habitantes de muchos municipios. Si la población sólo conociera la versión de la SSPC, con sus nueve comunicados y 37 imágenes, necesariamente surgiría una duda: ¿qué tiene de especial Moctezuma para que hacia allá se despliegue tal operativo de “seguridad”?
Lamentable que la respuesta esté en las redes sociales y en la versión de esa información que enseguida se reproduce en los medios de comunicación. El panorama que la población tiene por estas otras vías es que este martes, además de los acontecimientos de Moctezuma, también se registró una persona muerta en Villa de Pozos tras una balacera.
¿De qué es posible enterarse en materia de seguridad si se consultan exclusivamente los comunicados de la SSPC? O planteado de otra manera: ¿cuál es la versión de los problemas de seguridad que se viven en el Estado de acuerdo con esa dependencia y cuáles son los logros de la corporación renombrada como Guardia Civil?
Nueve comunicados y 37 imágenes dan cuenta de 25 detenidos: dos por reporte de robo, tres por conducir ebrios, 12 por portar marihuana, uno por robar fierros al ferrocarril, tres por portar cuchillos, tres por violencia familiar y uno más por circular con una placa sobrepuesta.
Según sus propios comunicados, de eso se ocupó la Guardia Civil, además de las aparatosas tareas de vigilancia en Moctezuma y de mantener una efectiva atención a los visitantes de la FENAPO que, tras el aguacero de la noche de este martes, incluyó apoyar en el desalojo de las instalaciones feriales, Teatro de la Ciudad incluido, donde se canceló el tan esperado concierto de J. Balvin.
Actividades que describen un panorama ante el que resulta increíble que el 94.9 por ciento de la población considere que la seguridad en el estado se encuentra mal.
“Más adelante la SSPC estará en condiciones de dar a conocer resultados o novedades de lo que ahí ocurra”, anuncia el cuarto y último párrafo de comunicado 1823 sobre lo ocurrido en Moctezuma. A 18 horas (cinco de la mañana) no se ha dado a conocer información adicional, lo que hace suponer que no se tienen resultados.
El contraste entre lo que la población vive sobre los acontecimientos de violencia –con fotos y videos incluidos– y el panorama que vía comunicados intenta imponer la autoridad –mundo casi color de rosa ante lo que genera temor entre la población– resulta preocupante:
Si la autoridad trata de ocultar la inseguridad con comunicados que exhiben a la Guardia Civil como una corporación que persigue a infractores de barandilla, pocos resultados se pueden esperar de la persecución de quienes cometen actos de violencia de alto impacto y crímenes atroces.
