Nada personal: Golpe de realidad

Carlos Rubio

Un sector de la población que usualmente es ajeno a las decisiones que diariamente toman los mandatarios, lamentablemente es el de los jóvenes. Más preocupante aún es que sean ajenos a la información al momento de emitir un voto, siendo que, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral, en 2021, los ciudadanos de entre 18 y 29 años representaban el 29 por ciento de la lista nominal de todo el país, lo que se traduce en 29 millones de jóvenes, una cifra que sin duda puede definir elecciones.

La llegada de Ricardo Gallardo Cardona y Enrique Galindo Ceballos al poder no fue más que el resultado de excelentes campañas, perfectamente coordinadas, que transformaron a dos personajes que arrastraban una estela de corrupción y pésimos resultados en seguridad (respectivamente), en las figuras ideales para conseguir la paz en San Luis Potosí y conducir al estado al siguiente nivel en materia de infraestructura e inversión extranjera.

Dos figuras que son fruto de lo que se conoce como mercadotecnia política, que simple y sencillamente es la venta de un producto, rebajada a los más decadentes niveles de la política; un show, un espectáculo para ganarse la simpatía de los electores, aunque deban recurrir a las mentiras y propuestas baratas.

Al ser uno de los grupos que menos informado se encuentra, los jóvenes resultan blanco fácil de la mercadotecnia y, por ende, el sector más deseado por consultores políticos sedientos de llenar las urnas con el nombre tachado de su candidato.

El bombardeo de publicidad de candidatos en redes sociales, la radio y la televisión, aunado al desinterés por investigar sobre la historia y el trabajo de cada perfil, vuelve imposible para un elector formar un criterio que ayude a diferenciar realidad de fantasía.

Como ejemplo de propuestas baratas y mentiras lanzadas durante las campañas de 2021, ¿alguien recuerda que Ricardo Gallardo Cardona prometió reducir su sueldo y el de sus funcionarios en un 50 por ciento? Quizá la intención estuvo durante un tiempo, pero al final, a nadie le vienen mal 50 mil pesitos extras al mes, por mucho dinero que tengas.

En el caso del alcalde, en su andar por las calles de hace dos años prometió crear un circuito de ciclovías integradas y andadores peatonales… Hoy ha introducido la posibilidad de retirar la ciclovía de Venustiano Carranza y hasta ha planteado la posibilidad de someterlo a votación, con la clara intención de someterse ante los grupos empresariales que anhelan el retiro de esta vía, un retroceso en los derechos adquiridos de los ciclistas.

Nos prometieron un San Luis Potosí en el que se pueda habitar de manera digna, y en cambio tenemos una ciudad sin agua, con homicidios y robos a la vuelta de la esquina; un estado con municipios acechados por el crimen organizado y unos puentes “atirantados” que sirven para dos cosas: para nada y para nada.

Y aquí es donde viene nuestra responsabilidad como electores: ¿no era previsible?

A los antecedentes me remonto: Soledad de Graciano Sánchez, el segundo municipio más poblado del estado, lleva 13 años siendo el bastión de la familia Gallardo, donde han erigido su riqueza y la maquinaria electoral que hoy tienen y que seguramente les asegurará varios triunfos en el 2024. Aún siendo el segundo municipio más grande de San Luis Potosí y el segundo con mayor presupuesto, hoy refleja esos 13 años de atraso en materia de seguridad, de infraestructura y de calidad de vida.

Una gran parte de los habitantes de Soledad llevan años sin agua y ni si quiera son abastecidos por El Realito, viven en las consecuencias del descuido, el desinterés y la ignorancia de sus mandatarios (Ricardo Gallardo Juárez, Ricardo Gallardo Cardona, Gilberto Hernández Villafuerte y Leonor Noyola Cervantes). En todo este tiempo no han podido rehabilitar la infraestructura hidráulica y mientras esto no se haga ni con diez presas funcionando al mismo tiempo van a lograr que llegue agua a los hogares. Y qué extraño que, en un municipio sin agua, haya prosperado el negocio de las purificadoras de agua de la administración pública.

Paréntesis: Se desincorpore Soledad del Interapas o no, en nada va a cambiar la eficiencia del servicio que se le brinda a la población, porque su principal problema son los drenajes colapsados, incapaces de llevar agua a los hogares. O Soledad invierte o no habrá agua, el Interapas no puede ni con sus problemas internos.

Basta darse una vuelta en automóvil por algunas calles del municipio para percibir el deplorable estado de las calles y la falta de un servicio básico fundamental como el alumbrado público (las avenidas principales como la San Pedro sí las arreglan, para tapar tantito la omisión).

Y ahora, caminar por cualquier calle, de noche, es una verdadera aventura o un gran acto de fe, por las altas probabilidades de ser víctima de la delincuencia.

¿Qué sí ha obtenido la gente? Cobertores gratis, posadas gratis, juguetes gratis, despensas gratis, dádivas que no reponen el enorme daño hecho a todo el municipio.

Soledad todo el tiempo estuvo ahí, la muestra de lo que los Gallardo lograron en 13 años y nadie volteó a ver o prefirieron voltear con los ojos cerrados. En el estado solo necesitan de dos sexenios para casi igualar ese lapso de tiempo, ¿cuál será el resultado? A los hechos me remonto…

Del alcalde Enrique Galindo y sus logros en materia de seguridad hay un catálogo que se reduce a nombramientos y trayectoria académica:

Cursos en la Universidad de Salamanca, en España; en la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos; en el Instituto Nacional de Administración Pública y hasta en el FBI. Fue director de Seguridad Pública Municipal de San Luis Potosí y secretario de Seguridad del Estado. También trabajó en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y fue secretario ejecutivo de la Comunidad de Policías de América (Ameripol).

Pero una parte son los títulos y otra muy distinta los resultados: Lo más reciente data de su destitución como comisionado de la extinta Policía Federal, el 29 de agosto de 2016, después de las ejecuciones extrajudiciales que se vivieron en Tanhuato, Michoacán. También le precedió el desalojo violento de una manifestación en Nochixtlán, Oaxaca, que dejó un saldo de ocho muertos y más de 200 heridos.

El manejo de dichas situaciones por parte de la Policía Federal dejó ver estrategias fallidas que finalmente, aún con un amplio curriculum, tuvieron como consecuencia el cese de Enrique Galindo del más alto cargo en seguridad interior que se puede obtener en México.

Hoy la delincuencia no tiene freno en la capital (del Sí). Transeúntes, empresarios, turistas, a todos les ha tocado ser víctimas de robos, agresiones y hasta homicidios.

No hay un serio golpe a la delincuencia. Las bandas operan con normalidad. Roban en las mismas colonias, las mismas calles, y todo sigue igual. La única diferencia es que se han expandido a donde antes no llegaban. Para habernos vendido al súper policía, bien daría lo mismo que hubiera ganado un chef o un biólogo marino.

Lo que hoy vive San Luis Potosí no es ninguna sorpresa. Es el resultado de los votos emitidos el 6 de junio de 2021. Una ciudad que se hunde en justificaciones de la “herencia maldita” y en la que se puede ser víctima de la delincuencia en cualquier lugar, no es novedad, sino la réplica de un pasado desastroso y sin resultados.

Todo está escrito en el pasado, en las páginas de los periódicos y en las páginas web. Por eso un poco de historia nos haría bien, para que después no sorprendan las vagas justificaciones por robos y asesinatos, o la inimaginable cantidad de dinero que hoy se invierte en la compra de despensas, que más que ayudar tienen el objetivo de cosechar votos para el futuro.

Hoy, siendo mayoría en la escala de edades que constituyen a la población de México, los jóvenes tienen una enorme responsabilidad de cara al 2024: no volver a emitir un voto que no esté plenamente informado y razonado; no volver a ser víctimas de la mercadotecnia política, para no seguir comprando productos que no sirven.

Sí, a disfrutar de la Fenapo, del Festival de San Luis y del Parque Tangamanga, finalmente son inevitables y se pagan con los impuestos. Pero también a formar un criterio para las próximas elecciones, a no ser conformistas y a exigir resultados, es lo menos que se le debe a esta ciudad que ha dado tanto y ha recibido tan poco.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.

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