Sierra de San Miguelito, la lucha que viene

Por Victoriano Martínez

El oficio de la traición hizo resonar las recurrentemente citadas expresiones del presidente Andrés Manuel López Obrador “la sierra de San Miguelito no se toca”, “nunca más se va a permitir que se destruya la naturaleza”, y con el ecocidio en Cerro de San Pedro como ejemplo un “eso ya no se va a permitir, eso ya tiene que ver con el antiguo régimen, con la política neoliberal”.

María Luisa Albores González, titular de la SEMARNAT, ha evitado entrevistas sobre el tema y se ha limitado a un comunicado que, por ambiguo, la coloca a favor de los desarrolladores inmobiliarios, con tal contraste con las posiciones expresadas por López Obrador que si la traición plasmada en el oficio es contra los habitantes de San Luis Potosí, queda la duda si también se traiciona al presidente.

Desde el 1 de julio, que se conoció la exclusión de la Cañada del Lobo del Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito (ANPSSM), y a pesar de que trató el tema en el tuit con que informó de su encuentro el pasado miércoles con Ricardo Gallardo Cardona, López Obrador no se ha pronunciado sobre esa exclusión de mil 805 hectáreas.

Si López Obrador está enterado o no de esa determinación de la SEMARNAT está en duda, en tanto no haga un pronunciamiento específico.

Si no está enterado, la SEMARNAT traiciona a los potosinos y a él. Si está enterado y al no pronunciarse da una señal de dejarlo pasar, él mismo no sólo traicionaría a los potosinos, sino también a su propia palabra y a su firma plasmada en contra de los fraccionamientos de la Sierra de San Miguelito.

Una traición ante la que, este sábado, los grupos ecologistas comenzaran reuniones de organización y defensa de la Sierra de San Miguelito, en una historia que parece comenzar la misma ruta que siguió el caso de la lucha contra la Minera San Xavier: ecologistas que ganan batallas legales contra depredadores no se detienen hasta que el daño consumado resulta irreversible.

Dos imágenes de la Sierra de San Miguelito dan cuenta del daño irreversible que podría afectar a toda la ciudad.

La primera imagen:

A partir de la década de los noventa se comenzaron a urbanizar alrededor de dos mil hectáreas en lo que antes fue el ejido de La Garita de Jalisco. La imagen muestra las faldas de los cerros que se tapizaron con construcciones y pavimento.

Las lluvias de los últimos días han provocado inundaciones, no por ser más copiosas que antes sino porque las escorrentías en zonas como la de la fotografía provocan que llegue más agua a las partes bajas.

Si bien es cierto que las alcantarillas son obstruidas por basura que la gente tira en las calles, esa no es la única ni la principal causa. Es probable que tirar basura en las calles sea una práctica generalizada en toda la ciudad, pero no es una actitud de ahora.

Si siempre se ha tenido esa mala práctica y las inundaciones ahora son mayores, la causa de que llegue más agua a las partes bajas apunta al crecimiento que la urbanización de las partes altas provoca.

La mala costumbre de tirar basura en las calles no resulta ajena a esos nuevos fraccionamientos que, al ser arrastrada a las partes bajas, contribuye aún más a las inundaciones.

Por ejemplo, en días pasados, el director de Protección Civil del Ayuntamiento, Adrián Álvarez Botello, reportó que detectaron basura de Las Lomas (copias de documentos y credenciales) en la colonia Graciano Sánchez.

El área verde en la esquina inferior izquierda de la primera imagen es parte de la Sierra de San Miguelito hacia donde los urbanizadores pretenden continuar su carrera depredadora hacia zonas más altas, hasta alcanzar la Cañada del Lobo…

La segunda imagen:

La imagen muestra la presa de la Cañada del Lobo, incluida entre las mil 805 hectáreas que mediante el oficio de la traición la SEMARNAT ha excluido de la zona de protección contemplada en el estudio técnico justificativo con el que se convocó a la consulta, a pesar de haber respondido a varios participantes que la protección de esa zona se mantendría por ser procedente.

Si la urbanización de las faldas de los cerros en lo que fue el ejido La Garita de Jalisco han provocado el incremento de las inundaciones, no se requiere de mucha ciencia para concluir que si las escorrentías desde zonas más altas no solo incrementará el volumen de agua, sino que también la velocidad del caudal.

Se trata de dos imágenes que ilustran uno de los perjuicios a los que la traición de la SEMARNAT expone a gran parte de los habitantes de la ciudad que, además, serán caudales que no formarán parte de las recargas de los mantos acuíferos. Dos de muchos otros servicios ecológicos que la Sierra de San Miguelito le presta a la ciudad.

Dos ejemplos que dan cuenta de la urgencia de que la sociedad se involucre en la defensa de la Sierra de San Miguelito para evitar que la lucha por su preservación recorra la misma ruta que terminó con el cerro del que sólo queda su imagen en el Escudo de Armas del Estado y la Ciudad.

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