El horror de las coaliciones

El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital

Si por tantas décadas se pensó, creyó y hasta se tenía la certeza de que era imposible que el PRI se uniera al PAN, lo mismo que al PRD, los efectos de la Cuarta Transformación pegaron –de ese lado– para lograr eso que parecía imposible, aunque con un degradante efecto secundario: dejó ver la parte escondida en el ADN de todos ellos que revela al priísta que llevan dentro. Dispuestos a lo que sea, alineados y disciplinados, con tal mantenerse –o recuperar en este caso– en el poder. Del otro lado, un MORENA que recurre igual a unirse hasta con el PVEM, que representa la corrupción que dice combatir, con tal de incrementar sus posibilidades de triunfo para sacar adelante su proyecto político. Otra vez la vena priísta del siglo XX en su pragmatismo pervertido, aunque confrontado con una militancia que en San Luis Potosí se les reveló. Un sistema de partidos en el que todos ellos se exponen cínicamente como seres sin identidad queriendo sobrevivir, cuales Frankenstein político…