Por Victoriano Martínez
La disminución en un 35.62 por ciento en el número de homicidios dolosos entre junio y julio representa una reducción en la tendencia creciente de ese delito, pero queda lejos de significar que la sensación de inseguridad comenzara a ceder, sobre todo si agosto comenzó con 15 asesinados en una sola jornada: 13 delincuentes abatidos y un policía y su pareja ejecutados.
Si a pesar de esa disminución que en los 10 meses que lleva el actual sexenio ninguno ha registrado un número de homicidios dolosos que sea menor al reportado en el último mes del anterior sexenio, no deja de significar que a pesar de la baja que puede significar la tendencia, que no deja de ser creciente, no se ha logrado abatir la violencia extrema.
Los homicidios dolosos pasaron de 73 en junio a 47 en julio. Aún así, julio no es el mes con menos homicidios dolosos en el actual sexenio. Dos meses se registraron con menos: diciembre con 46 y noviembre con 44.
Si se compara el número de homicidios dolosos de septiembre de 2021 con julio pasado, la cifra reciente aún supera a la anterior en un 14.63 por ciento. Es decir, el mes menos violento del año en curso aún resulta más violento que el último mes del sexenio anterior.
Hablar de 47 asesinatos en julio después de que en junio se reportaron 73 no deja de ser un dato positivo que modifica la diagonal ascendente en la tendencia de ese delito. Tendrá que mantenerse una cifra similar o a la baja por varios meses para que se pueda comenzar a hablar de que efectivamente se abate la inseguridad.
No se puede perder de vista que en los últimos ocho años en torno al 80 por ciento de la población se percibe insegura, es decir, vive con miedo.
Durante los primeros siete meses de 2015 se registraron 137 homicidios dolosos. Durante el mismo periodo de este año van 416. Una diferencia de 279 que representan un crecimiento en ese delito del 203.6 por ciento al comparar periodos similares.
Los primeros siete meses de 2022, de acuerdo con la estadística del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, han sido los segundos más violentos de los últimos ocho años, sólo superado por 2021, cuando hubo 493 homicidios dolosos.
Visto en conjunto, si se amplían los periodos para comparar los avances en la reducción de la violencia extrema, lo que de un mes a otro parece un gran logro no lo es tanto si esas cifras a la baja no se mantienen por lapsos mayores.
Que haya disminuido el número de homicidios dolosos en un 35.62 por ciento de un mes a otro es una muy buena noticia para el momento, pero mantener y necesariamente reducir cada vez más la incidencia de ese delito es lo que realmente confirmará que se trata de una buena noticia… o sólo de una esperanzadora variación fortuita que se diluya con el tiempo.
