Humo y Espejos: Educación, la materia reprobada del Gobierno

Abelardo Medellín Pérez

Si el Gobierno del Estado de San Luis Potosí tuviera una boleta de calificaciones, donde se ponderara la forma en que ha abordado diversos rubros de la administración, habría quienes le concederían sietes, ochos y hasta nueves en temas como salud, seguridad, programas sociales y desarrollo económico; sin embargo, en lo referente a la educación pública en la entidad, sin lugar a dudas, el gobierno reprueba, por no decir que pierde el año.

Cada una de las tareas relevantes que el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona tenía que atender antes de la prueba de fuego (que fue el arranque del ciclo escolar 2022 – 2023) las reprobó.

En su primer parcial, la administración estatal prometió entregar, durante sus primeros 100 días de gobierno, un programa de transporte público gratuito para los universitarios; y al final entregó un programa que solo ha sido recordado por incitar una confrontación entre un secretario del gabinete y el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

En su segundo parcial, el gobernador tuvo la oportunidad de nombrar a funcionarios verdaderamente útiles en las diversas entidades educativas y terminó por dilapidar esa oportunidad al imponer a un ex dirigente partidista al frente de la SEGE, a la ex directora de Parques al frente de la Universidad Tecnológica Metropolitana y a la mujer que lo tituló a él y a su padre al frente de los Cobach.

En su tercer parcial, el gobierno tenía la simple tarea de proponer algún programa para beneficiar a los estudiantes de nivel básico y tomó la decisión de hacer un “refrito de política pública” y reincorporar la entrega de útiles escolares y zapatos gratuitos, no sin antes imprimir en cientos de mochilas el logo del “Pollo”, para que nadie olvide la marca personal de gobernar.

En el cuarto parcial, el gobierno tenía la obligada actividad de transparentar los montos erogados, contratos y asignaciones de estos paquetes escolares y zapatos gratuitos, pero sus compañeros de equipo (la SEGE, la Sedesore, la Oficialía Mayor, la Sefin y hasta la Secretaría General de Gobierno), por no ponerse de acuerdo, se declararon incompetentes y terminaron por ocultar todos los datos públicos que justificarían un programa bien intencionado y bien operado. Ni modo, les tocó sello de Osito opaco, en la tarea.

En su quinto parcial, el gobernador pudo haber recibido un punto extra por buen comportamiento, si no fuera porque decidió confrontarse con los directores de las escuelas a quienes ha elevado casi a la categoría de criminales, tan solo porque algunos de ellos solicitaban cuotas a los estudiantes inscritos. Tan dura fue la riña entre el gobernador y las cuotas abusonas, que Ricardo Gallardo, apenas transcurrido el primer día de clases, ya reportaba que tenía en la mira a dos directores que serían cesados de su trabajo por intentar cobrar cuotas obligatorias.

En el sexto y último parcial, la administración de Ricardo Gallardo Cardona, como examen final y prueba de fuego, tenía la encomienda de entregar en tiempo y forma los libros de texto para todas las escuelas que iniciaron actividades este 29 de agosto y, ante las quejas y la magnitud de la omisión, el gobernador aceptó que hubo escuelas que comenzaron clases sin libros de texto y se limitó a decir que la solución era entregarlos lo antes posible.

Calificación final: cero. Sin derecho a recursar porque, si de por sí el rezago que dejó la pandemia era grande, perder un año de políticas públicas en educación con frivolidades y dispendio no hace más que ahondar dicho rezago.

Hay paquetes escolares gratuitos, sí, pero la opacidad también está ahí. Hay servidores públicos nuevos que suplieron a los de la maldita herencia, sí, pero las quejas contra estos nuevos directivos se acumulan ahora desde el estudiantado. Hay la voluntad de amenazar a los directores si intentan cobrar cuotas, sí, y también está la indiferencia ante las necesidades de las más de 8 mil 800 escuelas del sistema educativo en San Luis Potosí.

El gobernador, ante el reto del regreso a las aulas, creyó que bastaría con cerrar el ciclo escolar antes, diseminar paquetes escolares y trasladar su show de entrega a cada municipio. Desatendió el verdadero interés de cada plantel y condenó a cientos de estudiantes a comenzar clases sin libros de texto. 

La administración celebró arranques de obra donde el principal punto del orden del día era promocionar la Fenapo y olvidó que debía reunirse con los profesores, directivos y supervisores para acordar una manera de recibir alumnos sin cobrarles cuotas.

Ignorancia, prepotencia, empecinamiento e incongruencia, son las únicas cualidades del Gobierno del Estado cuando se trata de educación y parece que tres días de inicio de clases no le han enseñado nada.

Apenas este martes, directivos de las cuatro regiones del estado recibieron el oficio con número DEB-DEP-STP-APF-1163/2022, en el cual la SEGE les informó que las Asociaciones de Padres de Familia (APF) debían destinar recursos financieros para adquirir materiales e insumos que servirían para la jornada de limpieza.

Así es, la misma SEGE que, justificada por la actitud del gobernador, ordena que las escuelas no pueden solicitar cuotas por inscripción, ahora obliga a los directivos que pidan a las APF una partida de recursos para hacer limpieza en las escuelas. Qué chiste de mal gusto tener un secretario que no entiende cuando no entiende.

Un año tuvieron el gobierno y Gallardo Cardona para preparar este regreso a las aulas, pero las prioridades fueron otras y las consecuencias, como todas las repercusiones en esta administración, seguramente serán minimizadas.

Todo lo anterior, sin mencionar que la primera aparición del gobernador en este ciclo fue para entregar y presumir la millonaria inversión en canchas de futbol 7; Gallardo Cardona parece creer que a billetazos se disculpan las omisiones y tragedias educativas del primer año de su sexenio, como si alguien le hubiese enseñado que con dinero se soluciona la falta de educación adecuada, ¿o es que eso lo aprendió de forma vivencial?

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

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